La ourensana María Núñez continúa entre la élite de la vela nacional. La joven regatista del Náutico de Vigo viene de proclamarse subcampeona de España absoluta en la clase 420 junto a su compañera, la viguesa Stella Enríquez. Fue en Cádiz, en una de las competiciones más exigentes para ella. Y eso que ya ha participado en Campeonatos de Europa y en el Mundial, pero esta vez el hándicap en aguas andaluzas no fue el nivel de las rivales ni las condiciones climáticas, sino una lesión de rodilla sufrida poco antes de la competición. “Sin la lesión no sé si nos hubiera llegado para ser campeonas, probablemente no, pero es cierto que me molestaba un poco más cada día que pasaba. Me hinchó mucho y me salió un bulto, lo que indica que hay líquido, aunque espero que no sea más que un esguince”.
Es un deseo, no solo por salud, también por continuar adornando una carrera deportiva corta (todavía es sub-19) pero enormemente productiva. Y es que lo que tiene a continuación la actual campeona gallega y subcampeona de España de 420 son palabras mayores: en diez días arranca en Portugal el Campeonato de Europa y el Mundial se disputa a partir del 3 de agosto en Hungría. “En un par de días (por mañana) tengo cita con el traumatólogo, espero que no tenga problemas para competir porque en este momento hasta me cuesta subir escaleras”.
A estas inminentes citas María Núñez acudirá “con el objetivo de hacerlo lo mejor posible. No nos vamos a marcar unas expectativas demasiado exigentes. El año pasado tampoco lo hicimos y al final fuimos quintas en el Europeo y decimocuartas en el Mundial. Aunque con dolor, en Cádiz logramos con ese segundo puesto el objetivo, que era conseguir plaza para estos campeonatos, lo de Vilamoura (Portugal) ya se verá. En Carnaval tuvimos allí una regata y no fue demasiado bien. En Galicia estamos acostumbradas a navegar con pocas olas y allí hay más. Esperamos hacerlo mejor ahora”.
