Sin las tres banderas (española, gallega y europea) en el mástil y el interior del consistorio completamente blanco. Esta fue la imagen que se encontraron ayer los trabajadores municipales de Cualedro al incorporarse a su puesto en el Consistorio.
Unos desconocidos entraron en las instalaciones tras forzar la puerta del balcón principal, después de escalar por la fachada, apoyándose en los gruesos cables del tendido telefónico que hay incrustados en la pared. Una vez en el interior, derribaron la mesa y las sillas del salón de sesiones, quemando en el interior de la sala una cuarta bandera española, que presidía los plenos y que había sido un regalo de las monjas clarisas de Allariz a la anterior alcaldesa, la fallecida Marina Cuquejo. El estandarte tenía el escudo constitucional bordado con hilos de oro.
En la esquina del salón había otra bandera, la de la Banda Municipal de Gaitas, que fue la única que respetaron los asaltantes.
Los autores no lograron acceder al despacho del alcalde, Luciano Rivero, pero sí al del secretario, ambos, al igual que el salón de sesiones, situados en la primera planta. 'De momento, no tenemos conocimiento de que robaran ningún documento, porque dinero no había en las instalaciones', explicó el regidor.
En la planta están las oficinas municipales, el servicio de de asistencia social y el Juzgado de Paz. En las dos primeras no llegaron a entrar, pero en las instalaciones judiciales causaron destrozos en la mesa, en el ordenador y sillas, además de quemar el tablón de anuncios en el que había varios edictos judiciales.
Los autores echaron mano de los extintores que había en las paredes y los abrieron, esparciendo todo el polvo químico por las instalaciones, posiblemente, según fuentes de la Guardia Civil, para eliminar huellas. El ataque se produjo de madrugada y los autores abandonaron el inmueble por el mismo sitio que entraron, llevándose con ellos las tres banderas que colgaban de sus respectivos mástiles para prenderles fuego ya en la calle, en una esquina del Consistorio con un inmueble particular.
LIMPIEZA
La situación no paralizó la actividad municipal. Eso sí, el propio Luciano Rivero, acompañado del secretario municipal, funcionarios y trabajadores del Concello, pasaron toda la jornada limpiando armarios, mesas y estanterías. A los trabajos de limpieza se sumaron varios concejales y vecinos, mientras la Guardia Civil, que investiga a independentistas radicales como autores del acto vandálico, realizaba una inspección ocular con el objetivo de encontrar huellas.
Luciano Rivera revisaba en la tarde de ayer archivos y documentos para saber si se habían llevado papeles o expedientes. 'A los discos duros de los ordenadores no les tocaron. Estamos revisando papel por papel, esto nos llevara un tiempo, pero de momento no echamos nada en falta', explicó el regidor, recalcando que no entiende la situación 'porque estamos viviendo un mandato sin ningún tipo de tensión política y ningún problema entre vecinos', añadió.
En la esquina del salón había otra bandera, la de la Banda Municipal de Gaitas, que fue la única que respetaron los asaltantes.
Los autores no lograron acceder al despacho del alcalde, Luciano Rivero, pero sí al del secretario, ambos, al igual que el salón de sesiones, situados en la primera planta. 'De momento, no tenemos conocimiento de que robaran ningún documento, porque dinero no había en las instalaciones', explicó el regidor.
En la planta están las oficinas municipales, el servicio de de asistencia social y el Juzgado de Paz. En las dos primeras no llegaron a entrar, pero en las instalaciones judiciales causaron destrozos en la mesa, en el ordenador y sillas, además de quemar el tablón de anuncios en el que había varios edictos judiciales.
Los autores echaron mano de los extintores que había en las paredes y los abrieron, esparciendo todo el polvo químico por las instalaciones, posiblemente, según fuentes de la Guardia Civil, para eliminar huellas. El ataque se produjo de madrugada y los autores abandonaron el inmueble por el mismo sitio que entraron, llevándose con ellos las tres banderas que colgaban de sus respectivos mástiles para prenderles fuego ya en la calle, en una esquina del Consistorio con un inmueble particular.
LIMPIEZA
La situación no paralizó la actividad municipal. Eso sí, el propio Luciano Rivero, acompañado del secretario municipal, funcionarios y trabajadores del Concello, pasaron toda la jornada limpiando armarios, mesas y estanterías. A los trabajos de limpieza se sumaron varios concejales y vecinos, mientras la Guardia Civil, que investiga a independentistas radicales como autores del acto vandálico, realizaba una inspección ocular con el objetivo de encontrar huellas.
Luciano Rivera revisaba en la tarde de ayer archivos y documentos para saber si se habían llevado papeles o expedientes. 'A los discos duros de los ordenadores no les tocaron. Estamos revisando papel por papel, esto nos llevara un tiempo, pero de momento no echamos nada en falta', explicó el regidor, recalcando que no entiende la situación 'porque estamos viviendo un mandato sin ningún tipo de tensión política y ningún problema entre vecinos', añadió.
