ENTREVISTA

“los curas de África y América cubrirán la escasez de occidentales"

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photo_camera Don Camilo Penín en la Iglesia de Cualedro.

Don Camilo Penín, párroco de Cualedro, Rebordondo, Vilar de Lebres y Penaverde, cumplirá sus "bodas de oro" como sacerdote el próximo 22 de diciembre y, para celebrarlo, invitará a más de 600 de sus feligreses a una comida popular en Cualedro, el día 2 de septiembre

El párroco asegura que vive su etapa más feliz del sacerdocio con la preparación de este evento pues, lo que más le gusta, es "hacer que la gente se sienta bien". 

¿Qué le llevó a dedicarse al sacerdocio?

Entré en el seminario en el año 55. Era muy niño y, por aquel entonces, lo único que quería era estudiar. Tan sólo tenía dos opciones: la vida en el campo o el seminario, no es como ahora. Tuve la oportunidad de estudiar y supe aprovecharla. La vocación la fui encontrando a lo largo de mi vida. Cuando me hice profesor, posteriormente a consagrarme como cura, valoré mucho más mi vida en la iglesia. 

¿De toda su experiencia como párroco qué destacaría como lo mejor y como lo peor?

Lo mejor, sin duda, la acogida que me dieron mis primeros feligreses de Penaverde, y su trato. La gente es muy cercana en todas mis parroquias, me valoran mucho. Lo peor es encontrarte solo muchas veces. Los curas tenemos los problemas y preocupaciones que pueda tener cualquier persona. El peor momento que recuerdo fue cuando tuve que asumir la responsabilidad de hacerme cargo de todas las parroquias, tuve miedo porque no estaba acostumbrado a eso. 

¿Cómo ve el futuro de la iglesia?

Mal, cada vez va a peor. Creo que, en un futuro, habrá pequeñas comunidades que acudan a misa los domingos, pero no habrá la afluencia que se daba hace unos años. Cada vez hay menos gente comprometida con la iglesia. 

¿Por qué cree usted que la gente dejó de estar comprometida con la iglesia? 

Es muy difícil contestar a esa pregunta. Hoy en día la gente joven entiende su vida de fe de otra manera. El mundo de bienestar les lleva a querer disfrutar y a pasarlo bien. Cumplir los mandamientos implica tener que realizar un esfuerzo y, hoy por hoy, las personas prefieren dejarse ir, es más fácil. 

¿Cómo valora la disminución del número de sacerdotes?

Es cierto que en Occidente cada vez hay menos curas. Por el contrario, África y América tienen muchísimos. Creo que lo que va a pasar es que, tal y como nosotros emigramos en su momento como misioneros a estos lugares, ellos vendrán aquí a Europa a ejercer el sacerdocio. 

¿Qué funciones realiza en su día a día como sacerdote?

Vengo a Cualedro todos los días después de comer, atiendo a los feligreses, celebramos el rosario y preparo las homilías. Intento hacerlas enfocadas a la realidad, a lo que pasa en nuestro mundo. Hablo mucho con la gente, conozco sus problemas y trato de ayudarlos. 

¿Qué aficiones tiene?

Soy muy futbolero, mi equipo es el Celta de Vigo. Me junto con tres o cuatro párrocos y acudimos a todos los partidos que juegan en casa. Es una manera de la salir un poco de la rutina cuando llega el fin de semana. 

¿Cuál ha sido su momento más feliz durante estos años?

El que voy a vivir el próximo día 2 de septiembre. Seremos más de 600 personas, estoy feliz . 

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