"Foi unha noite axetreada, é unha pena ver como queda todo negro", apuntan vecinos de Bousés (Oímbra) que vieron como en la tarde del lunes entraban en su monte las llamas que estaban asolando el Couto de Ervededo, próximo al Santuario de São Caetano (Chaves).
Este incendio, estabilizado desde las 07,31 horas, afectó a 140 hectáreas, según las estimaciones de Medio Rural. En él trabajaron seis agentes, 17 brigadas, 11 motobombas, dos palas, cuatro aviones y cuatro helicópteros. Algunos de estos medios ya estaban movilizados antes de que el incendio entrase en territorio gallego, para adelantarse a los hechos y tratar de controlar la situación.
Ana Villarino, alcaldesa de Oímbra, lamenta una vez más lo ocurrido. "É o terceiro incendio que entra no concello dende Portugal. Algo temos que facer a nivel fronteirizo porque senón estamos todos os anos na mesma, e este ano está a ser especialmente duro", cuenta la regidora municipal tras ver como las llamas deboraban territorio de San Cibrao y Rabal en una ocasión y de Videferre en otra. "Unha vez máis a climatoloxía e a virulencia do vento cambiou e fixo que as llamas no país veciño chegaran a Oímbra, onde xa estaban os medios preparados", relata Villarino.
