RUTAS

Foxo do Lobo en la Serra da Urdiñeira: la vida en el campo en la Edad Media

photo_camera La ruta del Foxo do Lobo. (Vídeo: C.C.).
El hoyo se encuentra entre los concellos de Riós y A Gudiña

En el corazón de la Serra da Urdiñeira, entre la aldea de Pedroso (Riós) y Parada da Serra (A Gudiña), en el paso natural de Boqueiro, se esconde una espectacular trampa de origen medieval, empleada para cazar al lobo: el Foxo do Lobo, un hoyo de convergencia cuyas altas paredes se van estrechando, como un embudo, hasta terminar en un pozo hondo al que era conducido el lobo por medio de una montería.

Y es que el eterno conflicto entre el hombre y el lobo a lo largo de los años conllevó a preparar trampas como el Foxo do Lobo. En la Alta Edad Media, las sierras galaico-portuguesas se llenaron de hoyos para abatir al lobo.

El Concello de Riós puso en valor este elemento patrimonial en el año 2017, a través de una subvención de la Axencia de Turismo de Galicia, reconstruyendo la zona y señalizando la ruta. Desde el Concello explican que esta recuperación "permítenos achegarnos por un intre ao Medievo e contribuir á xerar riqueza nos nosos montes e difundir o magnífico patrimonio cultural que atesouran".

Desde la casa consistorial explican que para visitar este monumento arquitectónico tradicional, hay varias alternativas: coche, bicicleta y andando. Además, para realizar la ruta de senderismo es necesario estar en forma, ya que las pendientes son considerables. 

La ruta puede hacerse circular o por el mismo sendero,  y comienza a la altura de la aldea de Pedroso, donde los senderistas pueden dejar el coche e iniciar la ruta a pie o en bicicleta. Hasta llegar al Foxo do Lobo hay 4,1 kilómetros y en el caso de elegir el vehículo para hacerla, este debe ser un todoterreno, teniendo la opción de empezar la ruta desde O Navallo (Riós), que cuenta con 6'5 u 8 km.

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El desnivel es de 293 metros, y el tiempo estimado para la ida y vuelta es de 3 horas caminando, con una dificultad media-alta. El acceso al Foxo desde este punto, prosigue caminos tradicionales, con moderado ascenso que va serpeando entre bosques de ribera y frondosa vegetación.

Historia

El hoyo del lobo es una trampa de origen medieval construida por los vecinos de la zona para cazar al lobo. "É un foxo de converxencia, ao cal era dirixido o lobo, por medio dunha intensa batida na que participaban centos de persoas", cuentan desde Riós. 

Las batidas, como se recoge en los documentos y crónicas medievales, eran multitudinarias y estaban perfectamente organizadas por el experimentado Monteiro Maior. Los vecinos iban provistos de herramientas para hacer salir a los lobos y dirigirlos al hoyo. 

Los voceadores, colocados en las colinas, informaban del movimiento de las personas y algunos hombres se colocaban en los muros para evitar que el animal saltase, para que acabase en el hoyo, disimulado con vegetación.

Las batidas se realizaron a lo largo del siglo XIX y XX, pero en la gran parte de los casos se abandonaron las estructuras de caza tradicionales, substituidas por líneas humanas desplegadas con armas de fuego.

El juicio del lobo

Terminada la batida, los monteros podían pasear al lobo exhibiéndolo como un trofeo y recibiendo regalos, que acababa con una gran fiesta donde no faltaba la comida, vino y baile. 

El juicio del lobo se realizaba en el hoyo o en la fiesta, y en algunos casos con macabra sentencia según el daño que hiciese en el entorno.

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O desenlace da batida

El escultor Toño Monteiro, recreó el desenlace de la batida en el Foxo do Lobo, con una representación en acero, donde los monteros persiguen al lobo. El artista intentó crear una conexión temporal entre el medievo y la modernidad, queriendo hacer reflexionar al espectador sobre la dimensión espacio-tiempo.

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Serra da Urdiñeira

La sierra de A Urdiñeira forma un enclave geológico espectacular con su gran farallón granítico muy erosionado y con mucha presencia de guijarro. 

Este tipo de roca es muy dada a la formación de cuevas naturales como la "Cova das Choias", propicias para cobijar a grupos humanos de cazadores del paleolítico. Además, su dureza y fragilidad a la vez propició su uso en la construcción del hoyo.

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