Los comunistas rusos intentan de nuevo recuperar el monumento al fundador del KGB

La estatua de Félix Dzerzhinski.
Comunistas y nacionalistas rusos exigieron esta semana devolver al centro de Moscú el monumento al fundador del temible KGB, Félix Dzerzhinski, y anunciaron que restaurarán la estatua desmontada tras el golpe de Estado de 1991. Un grupo de comunistas, ultranacionalistas y veteranos de los servicios secretos acudió hoy para depositar flores al lugar, cercano al Kremlin, del que hace 18 años fue retirado el monumento al creador de los campos de concentración soviéticos.
'La estatua de Dzerzhinski se encuentra ahora en mal estado, pero ya hemos recaudado dinero para restaurarla, tras lo cual apelaremos al Ayuntamiento de Moscú para que devuelva el monumento a su sitio', anunció a la prensa el diputado comunista Víctor Iliujin.

El acto tuvo lugar en la plaza Lubianka, frente a la sede del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, ex KGB), con motivo del Día de los trabajadores de los órganos de seguridad del Estado, que Rusia celebra cada 20 de diciembre desde tiempos de la URSS.

La estatua del fundador de la Cheka (Comisión Extraordinaria), precursora del Comité de Seguridad del Estado (KGB), fue retirada del centro de la ciudad tras fracasar la intentona golpista en la URSS el 21 de agosto de 1991, y permanece a la intemperie en un parque del museo de arte moderno junto a las efigies de otros ídolos comunistas.

'Sea como sea, recuperaremos el monumento y volveremos a instalarlo en su sitio', aseguró Iliujin, presidente de una fundación que agrupa a veteranos de los servicios secretos y del ejército, según la agencia Interfax.

El pasado viernes, comunistas y ultranacionalistas del Partido Liberal Democrático exigieron en el Parlamento que el monumento a Dzerzhinski sea devuelto al centro de Moscú como 'símbolo de la lucha por el orden público'.

El diputado nacionalista Serguéi Ábeltsev instó a la Duma a solicitar al Ayuntamiento de la capital la reinstalación de la estatua y la devolución del nombre de Dzerzhinski a la plaza que la acogía.

El comunista Nikolái Jaritónov, ex oficial del FSB, explicó que 'la idea consiste en recolocar el monumento a Dzerzhinski como símbolo de la lucha contra el crimen, los delitos económicos y el hampa'.

'Aún podemos aprender muchas cosas de él', insistió Jaritónov, quien criticó al Kremlin y al Gobierno, encabezado por el ex agente del KGB y del FSB, Vladímir Putin, por 'avergonzarse' del sangriento historial que se le atribuye al llamado 'Félix de Hierro'.

Oleg Moroz, el vicepresidente de la Duma por el partido del Kremlin, Rusia Unida -que controla más de dos tercios de escaños de la cámara-, no declinó la invitación, pero propuso a los autores de la iniciativa que redacten la correspondiente apelación al Ayuntamiento.

Putin, quien ha devuelto a Rusia el himno estalinista, condenó hace dos semanas las represiones de Stalin, pero alabó sus méritos por la industrialización de la URSS y la victoria en la guerra contra el nazismo.

Los comunistas ya intentaron recuperar el monumento a Dzerzhinski en 2000 y 2007, pero en aquellas ocasiones la Duma rechazó sus peticiones.

Su nueva iniciativa ha indignado a los sectores liberales, que en su día interpretaron la retirada de la estatua como el inicio de una nueva era en la historia de Rusia.

'Es como si los servicios secretos de Alemania empezaran hoy a celebrar el día de la fundación de la Gestapo', declaró a la radio 'Svoboda' la ex disidente soviética Valeria Novodvorskaya.

Esta política no dudó en vincular la iniciativa comunista con el 130 aniversario de Iosif Stalin, que se cumple este lunes, y con la política de creciente adoración del dictador soviético por parte de la propaganda oficial rusa, que -en sintonía con los nuevos tiempos capitalistas- lo declara un 'gestor eficaz'.

Mientras, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, felicitó a los servicios secretos con motivo de su fiesta y subrayó que les corresponde 'un papel clave en la defensa de los intereses nacionales del país, su seguridad y soberanía, y de los derechos y libertades de los ciudadanos'.

La gigantesca estatua de bronce del fundador de la Cheka, de 16 toneladas, obra del escultor soviético Yevgueni Vuchetich, fue instalada en 1958 en la entonces plaza Dzerzhinski, frente a la sede de la policía política del régimen comunista.

Dzerzhinski (1877-1926), bolchevique de origen polaco, es considerado responsable de la muerte de al menos medio millón de personas -incluido el zar Nicolás II, su mujer y sus hijos- al frente de la Cheka, entre 1917 y 1922.

Además de dirigir la arbitraria campaña de aniquilación de opositores, sacerdotes, capitalistas, aristócratas y campesinos ricos, Dzerzhinski estableció los primeros campos de concentración, o Gulag (1919), en la isla de Solovki en el Círculo Polar Artico.

Te puede interesar