Un total de 17 personas han sido sentenciadas en China a condenas que oscilan desde los 19 meses de cárcel a una pena capital suspendida por importar decenas de armas de fuego y miles de balas desde Estados Unidos en envíos internacionales de mensajería.
Según recoge hoy el diario oficial 'Shanghai Daily', la mayoría de los condenados en el Tribunal Popular Intermedio Número 1 de Shanghái son aficionados chinos a las armas de fuego entre los 24 y los 33 años de edad, detenidos en junio de 2012 tras una operación conjunta sino-estadounidense contra las redes de tráfico de armas.
El intermediario para estas transacciones hacia China, Wang Ting, ha sido sentenciado a muerte con una suspensión de dos años, lo que en el sistema penal chino supone una cadena perpetua de facto si en los primeros dos años el reo muestra buen comportamiento.
Según el tribunal, Wang recibía en la ciudad oriental de Taizhou (provincia de Zhejiang, a 390 kilómetros de Shanghái) las armas y balas que encargaba en Estados Unidos a Lin Zhifu, un chino de 25 años que emigró al país norteamericano en noviembre de 2009 y abrió allí un portal en internet para la compraventa de armas.
De esta manera, Wang recibió, entre julio de 2010 y agosto de 2011, 48 armas de fuego y 4.585 balas escondidas en teclados electrónicos y altavoces que le eran enviados mediante servicios de mensajería a Taizhou.
Entre las armas hubo numerosas pistolas semiautomáticas, rifles y escopetas, y de las 48 recibidas, Wang llegó a revender 23 armas y 2.156 balas a los demás condenados, con lo que recogió unos 1,28 millones de yuanes como intermediario para Lin (157.344 euros, 208.640 dólares).
Los condenados fueron juzgados por los cargos de tráfico ilegal, posesión y comercio de armas de fuego y munición, delitos por los que, según el código penal chino, la sentencia más dura posible es la pena capital.
La red estaba dirigida en Estados Unidos por el antiguo sargento de la Guardia Nacional Joseph Debose, así como por Lin y por su novia Li Lilan, por lo que los tres responden ante la Justicia estadounidense, que podría condenar a cada uno de ellos a un máximo de 20 años de prisión.
El intermediario para estas transacciones hacia China, Wang Ting, ha sido sentenciado a muerte con una suspensión de dos años, lo que en el sistema penal chino supone una cadena perpetua de facto si en los primeros dos años el reo muestra buen comportamiento.
Según el tribunal, Wang recibía en la ciudad oriental de Taizhou (provincia de Zhejiang, a 390 kilómetros de Shanghái) las armas y balas que encargaba en Estados Unidos a Lin Zhifu, un chino de 25 años que emigró al país norteamericano en noviembre de 2009 y abrió allí un portal en internet para la compraventa de armas.
De esta manera, Wang recibió, entre julio de 2010 y agosto de 2011, 48 armas de fuego y 4.585 balas escondidas en teclados electrónicos y altavoces que le eran enviados mediante servicios de mensajería a Taizhou.
Entre las armas hubo numerosas pistolas semiautomáticas, rifles y escopetas, y de las 48 recibidas, Wang llegó a revender 23 armas y 2.156 balas a los demás condenados, con lo que recogió unos 1,28 millones de yuanes como intermediario para Lin (157.344 euros, 208.640 dólares).
Los condenados fueron juzgados por los cargos de tráfico ilegal, posesión y comercio de armas de fuego y munición, delitos por los que, según el código penal chino, la sentencia más dura posible es la pena capital.
La red estaba dirigida en Estados Unidos por el antiguo sargento de la Guardia Nacional Joseph Debose, así como por Lin y por su novia Li Lilan, por lo que los tres responden ante la Justicia estadounidense, que podría condenar a cada uno de ellos a un máximo de 20 años de prisión.
