Una comisión del Consejo de Europa responsabilizó ayer a la OTAN y a varios países de 'errores' que terminaron el pasado año en la muerte de 63 inmigrantes a bordo de un buque que partió de Libia durante el conflicto en el país. 'Hubo errores a distintos niveles y se perdieron muchas oportunidades de salvar las vidas de las personas a bordo del barco', señaló en un informe presentado ayer como colofón a una investigación de nueve meses sobre el suceso. Entre quienes pudieron hacer más para rescatar a los náufragos, el texto señala directamente a los guardacostas italianos, y a buques militares de la OTAN que estaban en la zon
'Hubo errores a distintos niveles y se perdieron muchas oportunidades de salvar las vidas de las personas a bordo del barco', señaló en un informe presentado ayer como colofón a una investigación de nueve meses sobre el suceso. Entre quienes pudieron hacer más para rescatar a los náufragos, el texto señala directamente a los guardacostas italianos, y a buques militares de la OTAN que estaban en la zona, como la fragata española 'Méndez Núñez', ya que la Alianza se hacía cargo del bloqueo naval sobre Libia en esos momentos.
La encargada de la investigación, la senadora holandesa Tineke Strik, hizo ayer en Bruselas una reconstrucción de lo ocurrido desde que el 26 de marzo de 2011 partió de Trípoli el buque con 72 personas a bordo (sobre todo subsaharianos, especialmente eritreos y etíopes) hasta que dos semanas después, empujado por las corrientes, regresó a costas libias. Para entonces, sólo había nueve supervivientes, después de que el barco se averiase y sus llamadas de socorro fuesen aparentemente ignoradas por 'un abanico de buques pesqueros, un helicóptero militar y un gran navío militar'.
'Las personas envueltas en esta tragedia podrían ser rescatadas si todos los involucrados hubiesen cumplido con sus obligaciones', señala el texto redactado por Strik. Según el informe, a las 18 horas de zarpar, sin apenas combustible, comida y agua, el capitán de la embarcación pidió socorro a través de un teléfono vía satélite.
El Centro de Coordinación Marítima italiano fue inmediatamente informado y emitió un amplio número de alertas a barcos que surcaban el área y al mando de la OTAN para que buscasen la embarcación. Según Strik, en las primeras horas un helicóptero militar y varios barcos pesqueros vieron a la embarcación de los inmigrantes y no hicieron absolutamente nada.
La encargada de la investigación, la senadora holandesa Tineke Strik, hizo ayer en Bruselas una reconstrucción de lo ocurrido desde que el 26 de marzo de 2011 partió de Trípoli el buque con 72 personas a bordo (sobre todo subsaharianos, especialmente eritreos y etíopes) hasta que dos semanas después, empujado por las corrientes, regresó a costas libias. Para entonces, sólo había nueve supervivientes, después de que el barco se averiase y sus llamadas de socorro fuesen aparentemente ignoradas por 'un abanico de buques pesqueros, un helicóptero militar y un gran navío militar'.
'Las personas envueltas en esta tragedia podrían ser rescatadas si todos los involucrados hubiesen cumplido con sus obligaciones', señala el texto redactado por Strik. Según el informe, a las 18 horas de zarpar, sin apenas combustible, comida y agua, el capitán de la embarcación pidió socorro a través de un teléfono vía satélite.
El Centro de Coordinación Marítima italiano fue inmediatamente informado y emitió un amplio número de alertas a barcos que surcaban el área y al mando de la OTAN para que buscasen la embarcación. Según Strik, en las primeras horas un helicóptero militar y varios barcos pesqueros vieron a la embarcación de los inmigrantes y no hicieron absolutamente nada.
