n n La economista Dilma Rousseff, de 62 años y miembro del Partido de los Trabajadores (PT), fue elegida ayer primera presidenta de Brasil al conseguir más del 55% de los votos emitidos. Su rival, el opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), recibió algo más del 44,78%. La victoria confirma lo señalado en los últimos meses por las encuestas, que siempre dieron como clara favorita a Rousseff, escogida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidata a sucederle.
En la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado día 3, la candidata del PT se impuso con un 46,9% y Serra, representante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue el segundo más votado, con el 32,6% de los sufragios.
Rouseff, que sustituirá en el cargo a Luiz Inácio Lula da Silva, será investida el próximo 1 de enero y gobernará hasta la misma fecha del 2015. Rousseff ha logrado dos importantes hitos: ser la primera mujer en llegar a la jefatura del Estado del país más grande de América Latina y alcanzar la cima del poder en su estreno en unas elecciones.
Sus detractores han destacado de ella su falta de experiencia electoral, su notoria fama de poseer un carácter adusto y maneras rudas, así como su escaso brillo y poca capacidad de respuesta rápida en los debates, pero Rousseff, siempre arropada por Lula, ha superado los obstáculos.
La jornada electoral estuvo marcada por la ausencia de incidentes, aunque 13 personas fueron detenidas por hacer proselitismo frente a los colegios electorales. Rousseff votó en la sureña ciudad de Porto Alegre, donde cientos de personas la aclamaron al grito de 'presidenta'.
Más de 135,8 millones de brasileños fueron llamados ayer a las urnas para elegir al sucesor de Lula y a los gobernadores de ocho estados y del Distrito Federal de Brasilia.
Rouseff, que sustituirá en el cargo a Luiz Inácio Lula da Silva, será investida el próximo 1 de enero y gobernará hasta la misma fecha del 2015. Rousseff ha logrado dos importantes hitos: ser la primera mujer en llegar a la jefatura del Estado del país más grande de América Latina y alcanzar la cima del poder en su estreno en unas elecciones.
Sus detractores han destacado de ella su falta de experiencia electoral, su notoria fama de poseer un carácter adusto y maneras rudas, así como su escaso brillo y poca capacidad de respuesta rápida en los debates, pero Rousseff, siempre arropada por Lula, ha superado los obstáculos.
La jornada electoral estuvo marcada por la ausencia de incidentes, aunque 13 personas fueron detenidas por hacer proselitismo frente a los colegios electorales. Rousseff votó en la sureña ciudad de Porto Alegre, donde cientos de personas la aclamaron al grito de 'presidenta'.
Más de 135,8 millones de brasileños fueron llamados ayer a las urnas para elegir al sucesor de Lula y a los gobernadores de ocho estados y del Distrito Federal de Brasilia.
