La Casa Blanca insistió ayer en calificar de 'inaceptable' el derribo de un avión turco por parte de Siria y afirmó que 'las recientes deserciones de alto nivel' en el Ejército sirio muestran la 'pérdida de control' del régimen de Bachar Al Asad. 'Subrayaría que las recientes deserciones de militares de alto nivel a Jordania y Turquía son otra prueba de la lenta pérdida de control por parte del régimen sobre la situación en Siria', indicó Jay Carney, portavoz presidencial.
La pasada semana un piloto del Ejército sirio desertó con su aeronave Mig 21 y aterrizó en Jordania donde pidió asilo político, hecho que fue alabado por Washington como ejemplo de 'enorme valentía'. Carney realizó estas declaraciones durante una conversación con periodistas a bordo del avión presidencial rumbo a Atlanta, donde el presidente Barack Obama participó ayer en un acto electoral.
El portavoz presidencial reiteró 'el apoyo y la solidaridad' de EEUU con Turquía por el derribo de uno de sus aviones el pasado viernes cuando sobrevolaba aguas sirias, y destacó la 'mesurada' respuesta de Ankara ante la acción militar siria.
Carney lamentó además la pérdida de vidas como resultado de la represión llevada a cabo por las autoridades de Damasco, a las que culpó por 'mentiras y arrogancia'.
ESTADO DE GUERRA
Mientras, el presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró que su país atraviesa por 'un estado de guerra verdadero', en un discurso durante la ceremonia de juramento del nuevo Gobierno sirio. 'Estamos viviendo un estado de guerra verdadero con todas sus características y con todo el sentido que adquiere esta palabra', subrayó Al Asad, según las declaraciones recogidas a lo largo de la jornada por la agencia oficial Sana.
Por su parte, la ONU mantiene en suspenso las operaciones de sus observadores en el país, donde la situación es todavía 'demasiado peligrosa', dijo ayer al Consejo de Seguridad el jefe de los 'cascos azules' desplazados al país, el francés Hervé Ladsous.
El portavoz presidencial reiteró 'el apoyo y la solidaridad' de EEUU con Turquía por el derribo de uno de sus aviones el pasado viernes cuando sobrevolaba aguas sirias, y destacó la 'mesurada' respuesta de Ankara ante la acción militar siria.
Carney lamentó además la pérdida de vidas como resultado de la represión llevada a cabo por las autoridades de Damasco, a las que culpó por 'mentiras y arrogancia'.
ESTADO DE GUERRA
Mientras, el presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró que su país atraviesa por 'un estado de guerra verdadero', en un discurso durante la ceremonia de juramento del nuevo Gobierno sirio. 'Estamos viviendo un estado de guerra verdadero con todas sus características y con todo el sentido que adquiere esta palabra', subrayó Al Asad, según las declaraciones recogidas a lo largo de la jornada por la agencia oficial Sana.
Por su parte, la ONU mantiene en suspenso las operaciones de sus observadores en el país, donde la situación es todavía 'demasiado peligrosa', dijo ayer al Consejo de Seguridad el jefe de los 'cascos azules' desplazados al país, el francés Hervé Ladsous.
