Los enfrentamientos entre policía y partidarios de Mursi dejan más de 200 muertos y miles de heridos en todo el país

Egipto vuelve al estado de excepción tras reprimir las protestas islamistas

La plaza de Rabea al Adauiya, el principal escenario de los violentos enfrentamientos de la jornada de ayer. (Foto: AHMED JOUSSEF)
El Gobierno egipcio decretó ayer el estado de emergencia y el toque de queda, en un intento de impedir que el caos se extienda por el país, escenario de violentos disturbios que dejaron más de dos centenares de muertos. La violencia comenzó después de que la policía lanzara una operación para desmantelar las acampadas de protesta de los seguidores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo.
Poco después, los Hermanos Musulmanes, grupo en el que militó Mursi hasta que accedió a la Presidencia, instaron a sus simpatizantes a que salieran a protestar, en repulsa por la actuación policial, lo que convirtió las calles de varias ciudades en campos de batalla.

En El Cairo hubo marchas de partidarios de la Hermandad en varias áreas, como el distrito de Ciudad Naser, donde se ubica Rabea al Adauiya, y en la plaza de Mustafa Mahmud, en el barrio de Mohandesín, donde los islamistas se enfrentaron a la policía.

Pero los disturbios no sólo se limitaron a la capital, sino que también se produjeron en otras localidades de Egipto, tanto de norte a sur como de este a oeste. Según las autoridades, un total de 21 comisarías y puestos policiales, además de sedes de las gobernaciones provinciales, fueron asaltadas por manifestantes e incluso la Biblioteca de Alejandría (norte) fue blanco de un ataque armado. En el sur, al menossiete iglesias fueron atacadas, muchas de ellas incendiadas. Las autoridades y la Hermandad se acusan mutuamente de estar detrás de las agresiones a templos cristianos.


ESTADO DE EMERGENCIA

Ante este panorama, la Presidencia, con el visto bueno del Consejo de Ministros, decretó el estado de emergencia durante un mes por el 'peligro' que se cierne sobre 'la seguridad y el orden en los territorios del país'.

El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento de Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.

El Gobierno también decidió imponer el toque de queda por tiempo indefinido en 14 de las 27 provincias, entre ellas El Cairo y Giza. El primer ministro Hazem el Beblaui aseguró que la decisión de decretar el estado de emergencia fue 'muy difícil' de tomar, pero obligatoria ante la violencia.

'El Estado tiene que hacerse respetar y debe impedir que los derechos de los ciudadanos sean agredidos por otros', agregó el jefe de Gobierno

Los graves incidentes tuvieron sus primeras consecuencias políticas con la dimisión del vicepresidente de Relaciones Internacionales, Mohamed el Baradei, que justificó su renuncia por no poder asumir decisiones con las que no está de acuerdo.

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