La prensa italiana cuestiona el móvil y el papel de Gabriele y su cómplice en el robo de documentos

El juicio al mayordomo papal no despeja las dudas en Italia

El mayordomo papal Paolo Gabriele acompaña a Benedicto XVI en una de sus salidas del Vaticano.
El próximo enjuiciamiento del mayordomo del papa, Paolo Gabriele, y del informático del Vaticano, Claudio Sciarpellete, no ha desvanecido las incógnitas sobre el caso 'Vatileaks' y en Italia y se preguntan por un móvil 'fuerte y creíble' que aclare la sustracción de los documentos reservados.
Gabriele y Sciarpelleti serán enjuiciados a partir del 20 de septiembre por el robo y difusión de los documentos secretos de la Santa Sede, según asegura la sentencia del juez instructor del Tribunal de Estado Vaticano, Piero Antonio Bonnet.

El diario turinés 'La Stampa' se pregunta cómo el mayordomo Gabriele, que ha sido definido por la pericia psicológica como 'un hombre sujeto a manipulaciones' con 'una identidad incompleta e inestable' podía estar físicamente cerca de Benedicto XVI. 'Era además, un hombre de confianza pues estaba encargado tanto de recibir como responder a las cartas dirigidas al papa', asegura.

Por otro lado, Sciarpelleti, que fue detenido el 25 de mayo, habló de tres personas a las que denominó con las letras X,Y y W que le entregaban documentos que debería enviar a su amigo el mayordomo. Y los medios de comunicación se preguntan quienes están detrás de esas iniciales. También se preguntan quién era el padre espiritual a quien Gabriele confesó las sustracciones y entregó un sobre con documentos que luego quemó, según su propio testimonio que en el informe de la Fiscalía lo denomina con la letra B.

Según el periódico 'Repubblica', en la instrucción vaticana que prosigue su trabajo hay 25 nombres, de los que 13 sólo son testigos por lo que todo apunta a que habrá un 'largo proceso'. 'Se sabrá quien en la Curia ha jugado a hacer creer a Gabriele que era una cosa que no era, y lo ha usado para sus pequeñas o grandes maniobras', que, según Repubblica, se trataría de 'un complot para desacreditar a Benedicto XVI, la Santa Sede y la Iglesia'.

La mayoría de los diarios italianos definen como 'chocante' la cuantía de la donación del cheque de 100.000 euros, además de la 'presunta' pepita de oro y el volumen de la Eneida de Virgilio de 1581, sustraídos de las estancias de Benedicto XVI por su mayordomo, Paolo Gabriele, según la sentencia del juez Piero Antonio Bonnet.

El cheque bancario de 100.000 euros a nombre de Benedicto XVI provenía de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), según señala la petición de enjuiciamiento de Gabriel por parte del promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Nicola Picardi.

El presidente de la Universidad Católica San Antonio, de Murcia (UCAM), José Luis Mendoza, se mostró 'sorprendido' por el robo del talón de 100.000 euros que esta institución docente privada entregó al Óbolo de San Pedro. Según el mismo documento, la presunta pepita de oro proviene del Guido del Castillo, director de ARU de Lima (Perú), y también se encontraba entre los documentos un ejemplar de la Eneida de Virgilio, traducción de Annibal Caro publicada en Venecia en 1581, que fue donada al papa por la 'Familia de Pomezia'. Gabriele dijo en su declaración tras ser detenido por el escándalo que 'en la degeneración de mi desorden ha podido ocurrir también esto', como llevarse los regalos papales.

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