La canciller alemana, Angela Merkel, quedó ayer pendiente del voto de la militancia socialdemócrata a una gran coalición, tras lograr el respaldo cerrado de sus filas a un pacto de gobierno cuyo reto es que a 'Alemania y a sus ciudadanos les vaya en 2017 mejor que hoy'. La convención de la Unión Cristianodemócrata (CDU) respaldó por abrumadora mayoría -apenas dos abstenciones- el pacto de coalición suscrito a finales de noviembre entre Merkel y los líderes la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), Horst Seehofer, y del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel.
Los 181 delegados de la canciller dieron un sí más que claro al pacto, pese a que en el debate previo a la votación se escucharon voces disonantes -de sus jóvenes generaciones y del llamado Consejo Económico- a las concesiones hechas al SPD.
'Ganamos las elecciones el 22 de septiembre, pero ahora tenemos que poder gobernar', dijo Merkel ante los suyos.
'Ganamos las elecciones el 22 de septiembre, pero ahora tenemos que poder gobernar', dijo Merkel ante los suyos.