Obama y Huckabee intentarán confirmar en New Hampshire su triunfo en Iowa

Obama y Huckabee.
Tras sus importantes victorias en Iowa, el demócrata Barack Obama y el republicano Mike Huckabee y el resto de los aspirantes presidenciales se dirigieron hoy a New Hampshire para iniciar una batalla de cuatro días por el próximo premio en la carrera hacia la Casa Blanca.
Obama, Huckabee y la mayoría de los candidatos presidenciales demócratas y republicanos tomaron vuelos nocturnos hacia este estado de Nueva Inglaterra para reanudar la batalla por la nominación, que dio un espectacular giro en Iowa.

La convincente victoria demócrata de Obama, un histórico primer paso en su cruzada para convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, asestó un severo revés a sus rivales Hillary Clinton y John Edwards y aumentó la presión sobre éstos para que relancen sus campañas.

'Ahora seguimos adelante. Continuamos de Iowa a New Hampshire y el resto de los estados para determinar quién es el más adecuado para traer el cambio que este país necesita tan desesperadamente', dijo Edwards.

Huckabee, ex gobernador de Arkansas y ministro baptista ordenado, hizo mucho daño a su rival Mitt Romney --que gastó mucho más dinero que él-- con su fácil victoria en Iowa, pero se enfrentará a una tarea mucho más difícil en New Hampshire.

Huckabee se ha encuentra bastante por detrás de Romney y el senador por Arizona John McCain en los sondeos de este estado, que tiene una población mucho menos numerosa de esos mismos religiosos conservadores que fomentaron su ascenso en Iowa.

Romney, ex gobernador de Massachusetts, ha estado haciendo campaña contra Huckabee en Iowa y McCain en New Hampshire al mismo tiempo, y ha emitido duros anuncios criticando a ambos.

MENSAJE DE CAMBIO

Tanto Obama, de 46 años, como Huckabee, de 52, iban al principio detrás de Clinton y Romney en su carrera para estar en la papeleta electoral de noviembre. Sin embargo, rodaron sobre una ola de entusiasmo popular a sus victorias ofreciendo un mensaje de cambio en Washington.

'Estamos eligiendo la esperanza frente al miedo, estamos eligiendo unidad frente a división y enviando un poderoso mensaje de que el cambio está llegando a Estados Unidos', declaró Obama a miles de seguidores que festejaban su victoria en Des Moines.

La campaña para las elecciones de 2008 es la carrera presidencial más abierta en más de 50 años, en la que no hay un presidente o vicepresidente aspirando a la nominación de su partido, y la de Iowa fue la votación más reñida de la historia del estado.

La participación entre los demócratas se elevó a 220.000, destrozando el anterior récord de 124.000 en 2004, lo que demuestra el gran entusiasmo entre los seguidores de este partido ante los comicios de noviembre.

Para el ganador en Iowa, el premio es un valioso empuje y al menos algo una reivindicación temporal del lugar de favorito en la batalla para obtener la nominación de su partido.

Para los demócratas, una segunda victoria consecutiva en New Hampshire daría a Obama un enorme impulso y más fondos y le convertirían en un firme candidato a llevarse la nominación.

Clinton, de 60 años, la ex primera dama que hace unos meses era considerada en algunos barrios como la casi segura candidata demócrata, se enfrenta ahora a una batalla a todo o nada para cambiar su campaña en New Hampshire en los próximos cinco días.

'Hoy mandamos un claro mensaje de que vamos a tener un cambio, y que ese cambio será un presidente demócrata en la Casa Blanca', dijo Clinton, junto a su marido y ex presidente Bill Clinton, en Des Moines.

Edwards, de 54 años, que llegó a liderar los sondeos en Iowa y acabó en un fuerte segundo puesto durante una fallida aspiración presidencial en 2004, también se enfrenta a interrogantes sobre la viabilidad de su candidatura mientras sigue adelante.

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