La oficina de la ONU para el Sáhara Occidental en Tinduf (Argelia) consideró que no hay motivos para que los empleados extranjeros que Naciones Unidas tiene trabajando en los campamentos saharauis sean evacuados por motivos de seguridad.
El jefe de la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso), Omar Bachir Manis, trasmitió este mensaje durante la reunión que mantuvo con los cooperantes españoles que visitan los campamentos de refugiados en respuesta a la decisión del Gobierno español de repatriar a los voluntarios de Tinduf debido a una amenaza de secuestro inminente. Manis no quiso enjuiciar la medida tomada por el ministro español de Asuntos Exteriores,García-Margallo, aunque señaló que 'nosotros seguimos trabajando aquí'.
Naciones Unidas cuenta con 23 cooperantes extranjeros en los campamentos, que trabajan para la Minurso, Acnur y el Programa Mundial de Alimentos.Según Manis, cuando el Gobierno español les comunicó a final de julio que iba a repatriar a los cooperantes, la orden que se dio al personal de la ONU fue 'quedarse en casa durante tres días y evitar desplazamientos'. 'Nos reunimos con los saharauis para estudiar medidas extra de seguridad, explicó el representante de Naciones Unidas.
Manis recordó que desde el atentado de Iraq contra la sede de la ONU en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas, la seguridad de la plantilla es una 'prioridad alta'. El responsable de la Minurso en Tinduf dijo que el secuestro de los cooperantes españoles Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández de Rincón en octubre supuso un 'punto de inflexión' en los campamentos después de muchos años de tranquilidad.
Naciones Unidas cuenta con 23 cooperantes extranjeros en los campamentos, que trabajan para la Minurso, Acnur y el Programa Mundial de Alimentos.Según Manis, cuando el Gobierno español les comunicó a final de julio que iba a repatriar a los cooperantes, la orden que se dio al personal de la ONU fue 'quedarse en casa durante tres días y evitar desplazamientos'. 'Nos reunimos con los saharauis para estudiar medidas extra de seguridad, explicó el representante de Naciones Unidas.
Manis recordó que desde el atentado de Iraq contra la sede de la ONU en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas, la seguridad de la plantilla es una 'prioridad alta'. El responsable de la Minurso en Tinduf dijo que el secuestro de los cooperantes españoles Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández de Rincón en octubre supuso un 'punto de inflexión' en los campamentos después de muchos años de tranquilidad.
