El nuevo primer ministro portugués pretende un ejecutivo austero, con tan solo diez miembros

Passos Coelho intenta formar Gobierno antes del 23 de junio

Pedro Passos Coelho, primer ministro electo de Portugal. (Foto: ANTONIO COTRIM)
Los dos partidos conservadores portugueses acordaron ayer iniciar conversaciones formales para integrar un Gobierno de mayoría absoluta que esté en funciones el 23 de junio, cuando se celebra la próxima cumbre europea. Los contactos sostenidos ayer entre el Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha), ganador de las legislativas del pasado domingo, y los democristianos del Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP) permitieron apenas acordar el inicio y el formato de las negociaciones, según fuentes de ambas organizaciones.
Pedro Passos Coelho, presidente del PSD, recibió del jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, de su mismo partido, el encargo de presentar con urgencia un Ejecutivo que sustituya al de José Sócrates, el derrotado primer ministro luso que tras seis años en el poder renunció además el domingo al liderazgo de su partido.

También en las filas socialistas hubo ayer reuniones de alto nivel para preparar la sucesión de Sócrates convocando un proceso electoral del que debe salir un nuevo secretario general en julio.

En las filas conservadoras, apremiadas para cumplir el encargo de Cavaco -la figura más relevante del PSD- y tener un nuevo primer ministro portugués en el próximo Consejo europeo, el escollo principal se presenta en el reparto de las carteras ministeriales. Passos Coelho prometió en la campaña electoral un Ejecutivo austero, de sólo diez miembros, pero el CDS-PP prefiere, según lo trascendido a los medios, un Gobierno más numeroso, en el que pueda tener mayor participación.


PENDIENTE DE LOS PORMENORES

El PSD, que logró el domingo su mayor victoria legislativa de los últimos veinte años, obtuvo 105 de los 230 escaños del Parlamento y podrá gobernar con la tranquilidad de una mayoría absoluta gracias a los 24 diputados democratacristianos. Aunque durante la campaña tanto Coelho como Paulo Portas, el líder del CDS-PP, se mostraron convencidos de formar juntos un 'Gobierno de mayoría', todavía tienen que ponerse de acuerdo en sus pormenores.

Cavaco Silva, que encargó al día siguiente de las elecciones la formación del Ejecutivo al líder del PSD, apeló a los graves problemas del país para urgir un acuerdo antes de que se publiquen los resultados oficiales de las elecciones. Pero el Partido Comunista, cuarta fuerza electoral del país con 14 diputados, hizo ayer una dura acusación contra el jefe de Estado y recordó que debe escuchar a las demás fuerzas políticas, con las que aún no se reunió. Jerónimo de Sousa, secretario general del PCP, consideró inconstitucional esa actitud y las intervenciones de Cavaco en la víspera y el día de las elecciones, en las que criticó la abstención.

El jefe de Estado emitió un comunicado tras encomendar la formación del Gobierno a Passos Coelho en el que recordó que era el ganador de los comicios y que Portugal atraviesa una 'grave situación económica y social'.

Sócrates, que renunció en marzo tras el rechazo parlamentario de su cuarto plan de austeridad, tuvo que solicitar el rescate financiero de Portugal a la UE y FMI pocos días después.

El Ejecutivo que presidirá Pedro Passos Coelho deberá cumplir el estricto programa de reformas económicas del que depende la entrega de 78.000 millones de euros en los próximos tres años para afrontar la grave crisis económica y financiera que atraviesa el país.Algunas de esas medidas deben aplicarse este mismo mes, en medio del cambio de Gobierno, entre ellas la apertura del proceso de reestructuración del mayor banco luso, la Caixa Geral de Depósitos.

Además debe salir de nuevo a la venta otra entidad financiera, el BPN, nacionalizado hace tres años por irregularidades y para el que hasta el momento no se un comprador que esté dispuesto a resarcir al Estado.

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