La policía turca ha evitado que explotara una furgoneta cargada con 300 kilos de explosivos en el centro de Ankara, en el día en que se cumple el sexto aniversario del 11-S. El vehículo estaba estacionado en un aparcamiento de una zona comercial, según ha confirmado el gobernador de la provincia, Kemal Onal.
"La policía nos ha salvado de una catástrofe", declaró el gobernador, quien comunicó que los explosivos fueron detectados en un vehículo que llevaba matrículas falsas en el distrito de Kurtulus.
El gobernador confirmó que había "una gran cantidad" de explosivos y precisó que la carga fue encontrada con la ayuda de un perro rastreador especializado en la detección de drogas.
La localización del vehículo se debió a los controles realizados por la policía con motivo del aniversario de los atentados contra Nueva York y Washington, según explicó este responsable.
El gobernador confirmó que había "una gran cantidad" de explosivos y precisó que la carga fue encontrada con la ayuda de un perro rastreador especializado en la detección de drogas.
La localización del vehículo se debió a los controles realizados por la policía con motivo del aniversario de los atentados contra Nueva York y Washington, según explicó este responsable.
