Es una vergüenza que el Concello de Ourense permita esta situación, y no vigile a los ambulantes que acuden a la feria para evitar imágenes como las que dejan una vez levantados los puestos en el paseo junto al Barbaña, pues no se cortan para nada y tiran al cauce del río cajas de cartón, bolsas de plástico y demás desperdicios. Tendría que haber más vigilancia para evitar estos desmanes, al tiempo que respeto hacia los vecinos y ciudadanos que vivimos por esta zona y que la usamos a diario.
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José Arújo
09/may./16 - 13:08
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