El nuevo formato de la fiesta desbordó las previsiones en los 15 mesones que sirvieron el menú

La afluencia de comensales agotó el cocido de 'cachucha'

Argimiro Marnotes disfrutó del menú acompañado de familiares y amigos. (Foto: JAINER BARROS)
La villa del Arenteiro acogió ayer una nueva edición de la 'Festa da Cachucha' que, en sus 18 años de historia, presentaba un nuevo formato, que resultó ser todo un éxito para los establecimientos hosteleros. Además de trasladar la fecha del evento desde el Domingo de Entroido, el Concello de Carballiño también decidió suprimir la comida oficial bajo carpa, a la que asistía una media de 250 personas, la mayoría invitadas.
Estos cambios supusieron un revulsivo en los 15 mesones y restaurantes que servían el típico cocido de 'cachucha', lacón con grelos, chorizos, patatas, postre, café y licores. 'Nós tiñamos reserva para 40 comensais e ó final apareceron uns 20 máis que non puidemos atender', indicó José Carral, uno de los hosteleros. Esta afluencia fue la tónica dominante en el resto de locales, que ofrecían el menú con precios que oscilaron entre los nueve y los 30 euros.


VERBENA

Así, según los datos que manejaban los técnicos de la Concejalía de Turismo, se acercaron hasta Carballiño en torno al millar de personas para degustar el cocido, si bien sólo unas 600 lo consiguieron en primera instancia, y el resto tuvo que esperar durante la jornada a que los comedores se vaciasen. Las calles y mesones contaron con la animación de las charangas Castro Bello, Monterrei, Air Jalisia y Doctor Anchoa, hasta que la orquesta Ismael puso el punto final de la fiesta con una verbena en la Plaza Mayor, que se llenó de público. Dado que la sobremesa coincidió con el partido de fútbol entre Rayo y Real Madrid, fueron muchos los locales que habilitaron televisiones y pantallas de vídeo para que los clientes tuviesen la oportunidad de disfrutar del espectáculo deportivo, mientras apuraban sus cafés y licores.

El alcalde carballiñés, Argimiro Marnotes, hacía un balance positivo de esta nueva 'Festa da Cachucha', 'xa que o cambio de data foi bó para atraer xente á nosa vila'. El regidor destacó que 'era necesaria unha modificación da festa, para que os verdadeiros protagonistas dela sexan os hosteleiros, que hoxe se viron desbordados'. Además, el sol y la temperatura agradable motivaron a vecinos y a visitantes a recorrer calles y plazas de la villa desde primeras horas de la mañana. Sin embargo, pocos fueron los que se atrevieron a disfrazarse para ambientar el festejo, que a partir de ahora será consolidado en el denominado Domingo de Piñata. Al respecto, Marnotes aboga por animar a los participantes en el evento 'a que acudan disfrazados'.

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