El agresor mantenía una vieja disputa con Wenceslao Botana por causa de unos recibos municipales

Un concejal de Maside logra reducir al vecino que le amenazó con una pistola

Wenceslao Botana en el coche tras el que se ocultó para escapar del vecino que le encañonaba.  (Foto: Martiño Pinal)
Un vecino de Maside amenazó con una pistola al teniente alcalde del municipio, Wencelao Botana, durante la madrugada y a las puertas de su casa. El concejal consiguió reducirlo y sacarle el arma. Una antigua disputa por el pago de impuestos parece ser el motivo de las desavenencias.
El teniente alcalde de Maside, Wenceslao Ángel Botana, logró reducir y desarmar a un vecino de la misma localidad que padece una minusvalía física (cojea tras un accidente de coche) que le apuntaba con una pistola. Una pequeña disputa de hace más de un año por causa de unos recibos municipales fue el detonante de lo ocurrido.

A la una y media de la madrugada, Wenceslao Botana se encontraba durmiendo junto con su familia (esposa y tres hijos) en su domicilio de Maside. Herminio Domínguez López timbró en el portal y por el interfono instó al concejal a bajar. ‘Vestinme e baixei coa idea de decirlle que se fora para a casa, pero tan pronto abrín a porta púxome unha pistola no peito’, narraba Botana horas después, aún nervioso por lo sucedido.

‘Quería obligarme a subir no meu coche, pero eu díxenlle que non tiña as chaves, así que sin deixar de encañonarme á barriga pretendía levarme a unha zona sen luz, fora do pobo, así que só pensei en como podía facer para reducilo ou senón íbame reducir el a min’, añadía Botana, quien aseguró, además, que no pensaba en que podía morir, pero sí en que si le disparaba en la barriga le afectaría a órganos vitales. Así que reaccionó de la mejor manera y le dijo a su asaltante que había encontrado las llaves del coche. De esta forma, tal y como lo planeó resolvió la situación. Herminio Domínguez intentó abrir la puerta del ocupante con una mano, mientras con la otra sostenía el arma. Botana simuló que iba a abrir la puerta del conduc tor, y en breves segundo echó a correr. ‘Cando xa estaba a unhos 25 metros de distancia e supen que aínda que me disparara íballe resultar moi difícil ferirme con unha pistola do calibre 6.35, entón empecei a berrar e a decirlle que me disparara’. Así fue como alertó a su familia y al vecindario. En ese momento, la calle se llenó de gente porque también coincidió con el regreso de los vecinos a sus casas después de asistir a la sesión de fuegos de artificio en Carballiño.

El cargador


Cuando Herminio Domínguez se supo descubierto guardó el arma en el bolsillo trasero del pantalón, circunstancia que aprovechó el teniente alcalde para correr tras él, derribarlo en el suelo, reducirlo y quitarle la pistola. ‘Saquei o cargador e tiña unha ou dúas balas’, sentenció.

Como el protagonista de una película, Wenceslao Botana no dejó que el miedo impidiese su rápida intervención. ‘Corrín tras il cando vin que gardara a pistola, porque non podía permitir que andivese coa arma entre toda aquela xente’, señaló.

Posteriomente, la Guardia Civil de Carballiño trasladaba detenido al sospechoso hasta el Complexo Hospitalario Ourensano porque sufría una lesión en un brazo tras ser reducido. Durante el día permaneció en el cuartel y hoy pasará a disposición judicial. En principio se le acusa de detención ilegal (por retener a su víctima contra su voluntad) y de tenencia ilícita de armas, aunque es posible que se presenten más cargos. Cuando ya todo había concluido, Wenceslao Botana manifestó que pedirá al juez que adopte las medidas necesarias ‘porque non quero telo cerca’.

REACCIONES

Pleno extraordinario para condenar el asalto

El alcalde de Maside, Celso Fernández, ha convocado para hoy un pleno extraordinario y urgente para ‘condenar o atentado contra unha autoridade deste Concello, tamén nos personaremos no proceso e nomearemos abogado e procurador’, indicó el regidor.

El conflicto comenzó hace algo más de un año. Según manifestó Wenceslao Botana, Herminio Domínguez se había presentado en el Concello y pretendía que le cancelasen los recibos que tenía atrasados del impuesto de vehículos. El teniente de alcalde se negó porque ‘non podemos facer eso xa é unha ilegalidade’.

Añadió que ‘cando escapei e berrei baixou a rúa o meu cuñado e tamén o amenazou coa pistola’. Asimismo, señaló que con anterioridad había lanzado varias piedras contra la fachada de su casa.

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