Un seglar presidió el domingo la misa en Garabás, Maside, donde se reivindica un párroco estable

La parroquia implora un cura a medida

La iglesia parroquial de San Pedro de Garabás, en el municipio de Maside. (Foto: Martiño Pinal)
Los vecinos de Garabás, en el municipio de Maside, mantienen un pulso con la Diócesis de Ourense para el nombramiento de un sacerdote estable para su parroquia, tras 14 años en los que vieron pasar a seis titulares. La ausencia de curas motivó que la misa dominical fuese presidida por un seglar, una situación que disgustó a los feligreses. Fuentes del Obispado indicaron que ‘ya nos gustaría asignar un sacerdote a Garabás, pero la plaza está cubierta provisionalmente por el párroco de Carballiño’.
Los feligreses de la parroquia de Garabás que acudieron a la misa del pasado domingo se encontraron con la sorpresa de que los oficios no estaban presididos por un sacerdote, como es habitual, sino por un seglar. Una medida tomada por la Diócesis de Ourense en ausencia del responsable eventual, el párroco de San Cibrao de Carballiño, José Benito Sieiro.

Una situación que encrespó los ánimos de los vecinos de esta feligresía del municipio de Maside, que desde hace dos meses mantienen su particular pulso con el Obispado para conseguir un sacerdote estable y sobre todo ‘joven’ para conducir sus almas. En este sentido, señalan que ‘nós queriamos que se quedase en Garabás o diácono que estivo aquí dende outubro do ano pasado ata a súa ordenación como sacerdote o pasado 28 de xuño’. Se refieren a Juan Carlos Estévez, de 26 años, que en ese periodo de tiempo ayudó a Sieiro en sus labores, pero que finalmente fue destinado como capellán al Complexo Hospitalario de Ourense.

Campaña

Los vecinos recuerdan que ‘nos últimos 14 anos pasaron seis curas pola parroquia e precisamos urxentemente unha persoa que se adique a ela, tendo en conta que está integrada por 14 pobos e un total aproximado de 500 habitantes’. Una comisión incluso inició en el pasado mes de junio una campaña de recogida de firmas entre los feligreses, avalando un escrito de petición ante el Obispado. Sin embargo, fuentes de la dirección de la Diócesis ourensana apuntaron que ‘por el momento no se ha recibido ningún comunicado de los vecinos de Garabás’. Y añaden que ‘hace solamente un par de años que falleció el sacerdote que regentaba la parroquia, y desde entonces el titular de San Cibrao es el administrador de la misma, no pueden alegar que están desatendidos’.

Sobre la presencia de un seglar en la misa dominical, las mismas fuentes aclaran que ‘el oficio se reduce a una celebración de la palabra, pero no hay consagración de las sagradas formas en forma de pan y vino’.

Además, el Obispado considera que las reivindicaciones en Garabás carecen de lógica, ‘ya que nos gustaría a nosotros asignar un sacerdote para cada parroquia, pero la realidad es que incluso hay alguno que debe estar al frente de ocho o más en la provincia’.

POLÉMICA

Manifestaciones contra el párroco

Los conflictos con el Obispado no son nuevos por parte de los vecinos de Garabás. Hace 14 años, se movilizaron en contra de la actitud del entonces párroco, que se negó a asumir la última voluntad de una joven fallecida para que solamente fuese el sacerdote el encargado de oficiar el funeral y posterior entierro, ya que la misa fue concelebrada finalmente por otros curas invitados.

Los feligreses iniciaron una serie de concentraciones todos los domingos delante de la iglesia parroquial pero sin asistir a misa, hasta que la Diócesis decidió trasladar al sacerdote a otras parroquias del municipio de Maside. En aquel momento fue sustituido por los titulares de las feligresías de Amarante, Punxín y Maside, hasta que le fue asignada la parroquia de Garabás a un cura anciano, que falleció hace aproximadamente dos años.


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