O CARBALLIÑO

La Xuntanza dos Maiores agoniza un poco más

El descenso paulatino de asistentes en los dos últimos años invita a reflexionar sobre las posibles medidas que impidan la inevitable desaparición de este encuentro de mayores que fue referente en Galicia. 

La Xuntanza dos Maiores en Carballiño ya no es lo que era. Hace dos años que empezaba a decaer y continúa en picado a menos que en sucesivas ediciones se adopten medidas encaminadas a evitar su desaparición. El descontento era generalizado entre los puestos de comida y de otros artículos a la venta. Acudieron tan sólo 14 pulpeiras con una media de 25 kilos de pulpo, que no consiguieron vender. Lejos están aquellos tiempos en que eran una treintena y en que hubo años en que "eu cheguei a vender cerca de 200 kilos", puntualizaba una de estas profesionales.

Aunque en determinados momentos se concentró un buen número de comensales en algunos puestos ambulantes, en general, el Parque municipal ofrecía un aspecto desolador, sobre todo para aquellos que conservan la imagen de aquellas multitudinarias concentraciones que se producían antes de la crisis. Y es que la Xunta, organizadora del evento, ha recortado presupuesto hasta el punto de que los jubilados tienen que pagar el billete de autobús para asistir a la xuntanza cuando antes era subvencionado. A ello hay que añadir la situación económica de muchas familias que a consecuencia de la precariedad laborar o la falta de trabajo necesitan de la pensión de los abuelos para subsistir.

A ello se refería el alcalde en funciones, Argimiro Marnotes, "sabemos das dificultades e de que non podedes estar todos os que queredes aquí". El regidor reconocía que "eu tamén estou descontento" y añadía que "sin contar con que todo sexa gratis como antes, haberá que contar co apoio dos concellos que participan e botar man da Deputación", asegurando que "a festa seguira no Carballiño aínda que só veña un autobús". La alusión al transporte era lógica porque si el año pasado hubo poco público y se habían contabilizado 32 autobuses, en esta ocasión han sido 27, lo que supone menos de 2.000 pasajeros procedentes de los centros comunitarios de Galicia y de Castilla-León, que en esta ocasión recibieron uno de los platos conmemorativos de la fiesta, en reconocimiento a su habitual presencia.

En pleno auge se llegaron a juntar hasta 440 autobuses, pero el delegado territorial del Gobierno, Rogelio Martínez, declaraba que "dada a situación económica actual a Xunta pon os medios materiales e humanos", coincidiendo con Marnotes en que es necesario contar con la colaboración de ayuntamientos y Diputación.

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