El fuego obligó a desalojar durante tres horas a 25 personas que ocupaban los pisos superiores

Un grupo independentista pudo provocar el incendio que calcinó un cajero en Ribadavia

Dos miembros del Grumir de Ribadavia ante el cajero totalmente calcinado. (Foto: Eva Domínguez)
Un incendio provocado con un neumático y líquido inflamable calcinó el cajero de la sucursal del BBVA en Ribadavia, afectando también a parte de las instalaciones interiores. Además, el denso humo alcanzó a la mueblería colindante y a las viviendas del edificio, siendo necesario desalojar a 25 vecinos. Fuentes de la investigación aseguraron que los autores son desconocidos y que no hubo testigos. No se descarta que fuese ocasionado por un grupo independentista debido al modo de operar y a que fue premeditado.
La Guardia Civil y la Policía Judicial investigan el incendio provocado durante la madrugada en el cajero automático de la sucursal del BBVA, en Ribadavia, con vistas a localizar a los autores. El cuartel de Ribadavia recibía el aviso a las 4.20 horas de que estaba ardiendo un neumático en el interior del cajero.

Hasta allí se desplazó primeramente un vehículo de extinción de incendios que utilizó espuma hasta la llegada del camión cisterna con agua. Pese a los esfuerzos, el cajero quedó completamente calcinado, al mismo tiempo que las llamas afectaban también a una pequeña parte de las instalaciones interiores de la sucursal. Fuentes de la investigación confirmaron que el fuego no alcanzó el dinero, aunque los destrozos fueron importantes, quedando inutilizada la sucursal.

Guarda jurado

Casi de manera inmediata a la presencia de los equipos de extinción de Protección Civil de Ribadavia también acudió un guarda jurado para mantener la vigilancia en la entidad financiera.

En aproximadamente 20 minutos, según declararon responsables del Grumir, el fuego quedó controlado, si bien, el denso humo que se formó debido al material plástico conseguía alcanzar la mueblería colindante y las viviendas del edificio en donde está la sucursal.

Los miembros del dispositivo de extinción se vieron obligados, por ese motivo, a utilizar los equipos de respiración, desalojando a un total de 25 personas que ocupaban los pisos.

Tanto la mueblería como las viviendas resultaron afectados por el humo, mientras sus ocupantes reconocían que se habían llevado un gran susto.

Como medida preventiva, por si resurgiera el fuego, los desalojados no retornaron a sus hogares hasta las 7.30 horas.

La Guardia Civil manifestaba que los autores son desconocidos, asegurando que no hubo testigos de los hechos.

Se desconoce si el incendio fue el resultado de un acto vandálico o un atentado. La Policía Judicial recogió muestras en el lugar de los hechos con el fin de aclarar lo ocurrido. A primera vista, por la forma de operar, no se descarta que pueda tratarse de un atentando de un grupo independentista, teniendo en cuenta que utilizó un neumático y líquido inflamable de forma premeditada.

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