El pleno de la Mancomunidad del Ribeiro se reúne hoy para aprobar una nueva ordenanza destinada a regular la utilización de la estación de transferencia de residuos, cuyas instalaciones están ubicadas en el recinto de la sede del ente comarcal en Beade. Con esta medida, el presidente, Francisco José Fernández, pretende aplicar una tasa regulada a los concellos que no pertenezcan a la mancomunidad y con los que hasta el momento establecía un acuerdo particular en función del tonelaje de residuos depositados y días en que utilizaban las instalaciones.
Este modo de gestión motivó varias reclamaciones por parte del alcalde de Carballeda de Avia, Luis Milia, considerando que el precio que le pedía era excesivo, por cuyo motivo, desde el año 2002, en que el concello asumió la recogida de basuras, el depósito lo hizo primero en Ourense y ahora lo está haciendo en la estación de transferencias de Carballiño, que está gestionada por la Diputación.
El presidente adelantó que el coste a los concellos estará en función del número de usuarios, ya que deberán repartirse los aproximadamente 60.000 euros anuales que cuesta el mantenimiento de dicha estación.
La sesión plenaria para aprobar esta nueva ordenanza se desarrolla después de que los socialistas presentaran en la Diputación y para su debate en pleno una moción reclamando que la Mancomunidad permita la utilización de las instalaciones.
Milia se basa en que en Carballiño no le cobran por el depósito de residuos, pero que en transporte y otros conceptos gasta en torno a 25.000 euros anuales. Por eso, anunciaba que deberá sopesar si le compensa pagar la tasa que le imponga la mancomunidad. Por su parte, Francisco José Fernández tiene claro que los concellos que no estén integrados deberán pagar.
El presidente adelantó que el coste a los concellos estará en función del número de usuarios, ya que deberán repartirse los aproximadamente 60.000 euros anuales que cuesta el mantenimiento de dicha estación.
La sesión plenaria para aprobar esta nueva ordenanza se desarrolla después de que los socialistas presentaran en la Diputación y para su debate en pleno una moción reclamando que la Mancomunidad permita la utilización de las instalaciones.
Milia se basa en que en Carballiño no le cobran por el depósito de residuos, pero que en transporte y otros conceptos gasta en torno a 25.000 euros anuales. Por eso, anunciaba que deberá sopesar si le compensa pagar la tasa que le imponga la mancomunidad. Por su parte, Francisco José Fernández tiene claro que los concellos que no estén integrados deberán pagar.
