Entrevista

Iván Trujillo: "No me esperaba Ourense así, tengo que rodar aquí"

Iván Trujillo recogió el Veliano de Honra. MIGUEL ÁNGEL
photo_camera Iván Trujillo recogió el Veliano de Honra. MIGUEL ÁNGEL

El cineasta recogió este martes el Premio Veliano de Honra

En 1929, las hormigas francesas le parecían tan lentas a Luis Buñuel que un cineasta de Cartelle, Carlos Velo, le consiguió los bichos que se hicieron después famosos en “Un perro andaluz”, insectos veloces de la Sierra del Guadarrama que se colaron entre los fotogramas más reconocidos de la historia del audiovisual. “Velo tenía pasión por los insectos y en aquel entonces aún no se entendía, pero él ya había abordado esta temática en forma de documental”, recuerda ahora Iván Trujillo, el cineasta mexicano que fue amigo del director ourensano y que ayer recogió el primer Premio Veliano de Honra que otorga la Fundación Carlos Velo en el marco del Ourense Film Festival (OUFF). A Trujillo y a Velo les unen ambas pasiones: el cine, la más conocida, pero también la Biología en la que los dos se licenciaron y que también terminó inspirando sus proyectos en la pantalla. El director general de la TV UNAM de México es, además de uno de los nueve premiados de esta edición del OUFF, el presidente del jurado que decide estos días entre las 10 películas que compiten en la sección oficial. En el centro cultural Marcos Valcárcel se ha “instalado” durante estas semanas para juzgar el cine que llega al OUFF. Su presencia en Ourense es el principio de una declaración de intenciones del festival: que México y el OUFF estrechen relaciones.

¿Hay nivel? ¿Cómo está siendo la deliberación?

Sí, hay diversidad. Hay películas con gran presupuesto de cineastas reconocidos y producciones muy inteligentes y modestas. Me ha parecido importante la presencia femenina, cuatro mujeres dirigen largometrajes y la interpretación es mayoría femenina. También hay un cine muy joven, películas que han pasado por Cannes, Venecia o Berlín pero también otras que han estado en festivales pequeños. Hay un nivel alto, estamos impactados.

¿Cómo es pisar la tierra del que fue su amigo, Carlos Velo?

Conmovedor. Hoy fui a ver la casa en la que nació en Cartelle y me mostraron lo que están haciendo para que sea la sede de la fundación. Es un sitio inspirador y para mí especialmente. Fue improvisado el recorrido y valió mucho la pena recorrer lo que era el entorno de Velo y su infancia. 

¿Comprendió en Cartelle, en sus orígenes, su manera posterior de hacer cine? El lugar estaba muy presente en su obra.

Absolutamente. Y algo que nos unía es la Biología. Yo estudié Biología y Carlos Velo fue justamente uno de mis sinodales durante mi examen profesional. Esa pasión que tenía él por la naturaleza y especialmente por los insectos, sobre todo las abejas, me fascinaba. En aquel entonces la gente no entendía que las abejas se comunicaban de una manera particular y él ya lo había filmado. Me hizo ver la importancia que México tuvo para Velo. Donde está el cementerio están todos sus antepasados, su padre, su hermano… Fue un mexicano ejemplar.

¿Su presencia en el OUFF es una manera de decir  que México se vinculará  aún más al festival?

Por supuesto. Siempre habíamos tenido ese interés por honrar la memoria de Velo, lo que él hacía era promover la realización de los documentales. Era muy generoso, especialmente con los jóvenes, entre los que me encontraba en ese momento. Esta iniciativa del taller Carlos Velo era hacer proyectos que están a punto de rematar, poder conseguir apoyo para los realizadores y sobre todo hacer un análisis con otros colegas.

¿Cómo están funcionando los talleres que dirige?

Llegaron más inscripciones de las que creíamos, cerca de 40, y se seleccionaron seis proyectos. Están todas las temáticas: emigración, violencia… pero también de la vida de cantantes, por ejemplo. El mundo del documental era plenamente el mundo de Carlos Velo, para él era “cine-verdad”. 

Esta edición reivindica Ourense como plató, ¿qué le parece?

Fuimos a Cartelle. Nunca había estado en Ourense, solo en Santiago. No me lo esperaba así y es un sitio que invita al rodaje. Yo tendría que venir a rodar aquí, esta provincia se presta. Meter a Ourense en parte de la industria fílmica es muy importante.

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