20 años virtuales del AVE Vigo-Ourense por Cerdedo, y harían falta 10 más

Algunas de las variantes presentadas: Santiago, el Miño, por el Tea y Cerdedo.
photo_camera Algunas de las variantes presentadas: Santiago, el Miño, por el Tea y Cerdedo.

El segundo estudio de impacto finaliza y el Estado contempla en cada ejercicio cifras mínimas

 

El AVE Vigo-Ourense por Cerdedo llega a su mayoría de edad virtual en el Ministerio: lleva desde 2004 en distintas fases de trazados y estudios. A esto hay que añadir que dos años antes, en 2002, UGT-Transportes había presentado la variante del trazado principal para evitar la ahora obligada vuelta por Santiago. En todo este tiempo ha estado en fase de estudio informativo y de impacto ambiental en dos ocasiones. La primera ocasión supuso cinco años de trámites. La segunda, más reciente, finaliza dentro de unos días, cuando se dará a conocer el resultado del informe hidrogeológico del tramo de 50 kilómetros realizado a lo largo de tres años. Aunque no hay una respuesta oficial, se prevé positivo y será la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, quien lo explicará, al mismo tiempo que la elección del trazado de la salida sur ferroviaria, actuación que tiene mejores perspectivas: por su menor coste, 470 millones, y porque Portugal insiste para poder hacer la línea de alta velocidad Vigo-Oporto-Lisboa.

Según el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el AVE por Cerdedo está en la agenda del Gobierno de forma “irreversible”. Los Presupuestos del Estado de estos últimos 20 años han dicho que sí, que ahí está el tramo, y también que no, porque nunca hubo una consignación real para su desarrollo. A lo largo de este plazo se ha mantenido de forma testimonial una partida de medio millón de euros, cuando se estima una inversión de 2.300 millones de euros y un horizonte muy lejano en el caso de que el Gobierno autorice la obra: un plazo de ejecución que se iría a unos diez años entre proyectos de construcción (al menos dos años), obras (otros cinco por las dificultades que tiene: la mayoría de los 50 kilómetros son en túnel) y las pruebas.

La famosa variante permitiría llevar directamente el AVE a Vigo sin dar la actual vuelta de 100 kilómetros por Santiago. Los trenes Avril, que entrarán en funcionamiento en mayo del próximo año, podrán hacer el viaje de Vigo a Ourense en 65 minutos, pero si se construye algún día la variante de Cerdedo se podría ir desde Ourense a la ciudad olívica y Pontevedra en unos 35-40 minutos. 

Cambio de criterio

Curiosamente, los promotores y redactores de la variante, los técnicos de UGT-Transportes, hace tiempo que han descartado su construcción al considerar que el trazado no es el mejor, y apuestan por una vía paralela a la actual del Miño, más directa y que rentabilizaría la salida sur para Portugal y para viajar a Madrid. El ingeniero experto ferroviario Xosé Carlos Fernández es más contundente: “El Gobierno no va a gastar 2.000 millones para ahorrar 20 minutos el viaje desde Vigo, así de claro”.

En 2004, Alberto Núñez Feijóo, entonces vicepresidente de la Xunta, convenció a Fomento -era ministro Cascos, del PP- para que hiciera un estudio de trazado por Cerdedo, bajo la idea lanzada antes por UGT. Dos años más tarde, llegaría el estudio, ya con los gobiernos gallego y central presididos por Touriño y Zapatero. A continuación sería sometido a Declaración de Evaluación Ambiental. En 2006  saldría publicada la evaluación positiva, con ligeros ajustes. Y ahí quedó todo. En 2007, Abel Caballero vinculó su candidatura a alcalde a la promesa firme del Gobierno Zapatero de que llegaría el AVE a Vigo en 2012, lo que en efecto fue comprometido. Más tarde, José Blanco fijaría 2015 para todo el AVE gallego, incluyendo la variante de Cerdedo. Y finalmente, precisó que el AVE llegaría a Galicia en 2018. En 2012, Ana Pastor, sucesora de Blanco, dio por buena dicha fecha que incluiría también, al menos en teoría, la variante de Cerdedo, pero aclaró que el tramo de 50 kilómetros tendría que ser sometido a otra evaluación ambiental tras una modificación en el recorrido. Significaba volver al inicio. En 2018 no llegó el AVE y el nuevo Gobierno decidió poner en marcha dicho estudio, con un informe hidrogeológico de tres años, que acaba de finalizar.

Una obra única, con kilómetros bajo tierra

El trazado definitivo de la variante de Cerdedo es de diciembre de 2013, cuando salió a exposición pública como proyecto básico de 53,7 kilómetros. La complicada orografía obligó a meter el 76% del trazado en túneles, el mayor el de O Irixo, de 18 kilómetros. Asimismo, fue precisa la proyección de 20 viaductos, 7 de vía doble y 13 de vía única. En enero de 2015, Fomento remitió a Medio Ambiente el proyecto de Cerdedo para la nueva evaluación de impacto ambiental del recorrido alternativo. La modificación se realizaba entre Barro y Cerponzóns, donde hay lugares de interés natural y montes protegidos. Tres años después se puso en marcha dicha disposición. Si hay luz verde, el Gobierno tendrá que encargar, licitar y adjudicar otro proyecto, lo que llevaría dos o tres años. Y luego poner presupuesto (2.300 millones) hasta 2032 o más. En estos 20 años, Fomento se ha convertido en Transportes y el Concello de Cerdedo desapareció para fusionarse con el vecino de Cotobade.

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