La falta de coincidencia o desfase entre los planos del Plan Xeral y el Catastro en Ourense suponen un grave lastre a la hora de desarrollar urbanísticamente los suelos, dado que la propiedad genera innumerables pleitos judiciales. Por ello, la Concejalía de Urba nismo pretende promover un convenio con el Catastro para unificar sus cartografías en una (algo que no se hizo en el gobierno de Cabezas cuando se empezó a redactar el PXOM, en 1996), lo que supondría un desembolso cercano a los 300.000 euros.
Pese a que el Plan Xeral de Ordenación Municipal está en vigor desde 2003, la cartografía sobre la que se redactaron los planes parciales, áreas de reparto y las distintas urbanizaciones previstas o ya ejecutadas data de hace 12 años. Este hecho no resultaría significativo si no fuese por que los planos que maneja la Gerencia Territorial del Catastro (órgano que determina el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles) responden a otra cartografía diferente y creada hace tres años, por lo que no coincide con la que sustenta al PXOM.
Este hecho provoca, tal y como relata la edil socialista de Urbanismo, Áurea Soto, que cuando se desarrolla un suelo es necesario partir de una cartografía que refleje la topografía y la propiedad. Al existir dos que no coinciden entre sí, la gestión urbanística se ve sumergida en una marea de recursos, es decir, de pleitos judiciales para dirimir la propiedad.
Convenio
Áurea Soto señala que es necesario realizar lo que el gobierno municipal (entonces liderado por Manuel Cabezas) no hizo cuando comenzó a redactar el PXOM, allá por 1996: un convenio con Catastro. Este acuerdo, que se da en la mayoría de ciudades de España, consistiría en realizar un vuelo actualizado que recoja las necesidades de ambos organismos. Por parte del Catastro, las parcelas y propiedades. En lo que respecta al Concello, altimetría, orografía o urbanizaciones.
Esta medida, calificada por la edil de Urbanismo como imprescindible, conllevaría un gasto de entre 200.000 y 300.000 euros. La idea de la concejala de Urbanismo es poner en marcha el convenio al tiempo de la modernización informática del Concello (a través del Plan municipal para el desarrollo de la sociedad de la información), con el fin de dotar a la administración local de los soportes informáticos precisos para optimizar los nuevos planos que se vayan consensuando con Catastro.
Este hecho provoca, tal y como relata la edil socialista de Urbanismo, Áurea Soto, que cuando se desarrolla un suelo es necesario partir de una cartografía que refleje la topografía y la propiedad. Al existir dos que no coinciden entre sí, la gestión urbanística se ve sumergida en una marea de recursos, es decir, de pleitos judiciales para dirimir la propiedad.
Convenio
Áurea Soto señala que es necesario realizar lo que el gobierno municipal (entonces liderado por Manuel Cabezas) no hizo cuando comenzó a redactar el PXOM, allá por 1996: un convenio con Catastro. Este acuerdo, que se da en la mayoría de ciudades de España, consistiría en realizar un vuelo actualizado que recoja las necesidades de ambos organismos. Por parte del Catastro, las parcelas y propiedades. En lo que respecta al Concello, altimetría, orografía o urbanizaciones.
Esta medida, calificada por la edil de Urbanismo como imprescindible, conllevaría un gasto de entre 200.000 y 300.000 euros. La idea de la concejala de Urbanismo es poner en marcha el convenio al tiempo de la modernización informática del Concello (a través del Plan municipal para el desarrollo de la sociedad de la información), con el fin de dotar a la administración local de los soportes informáticos precisos para optimizar los nuevos planos que se vayan consensuando con Catastro.
