El regidor y el portavoz nacionalista hablaron durante una hora sobre las exigencias de los segundos

El alcalde y el BNG finalizan sin acuerdo su primera reunión

Agustín Fernández y Xosé Somoza, en una junta de portavoces. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El amago del BNG de retirar los apoyos puntuales al grupo de gobierno socialista, en minoría, si no cumplía su compromiso de depurar responsabilidades tras los gastos en alcohol y comidas ha hecho que el alcalde, Agustín Fernández, moviera ficha. Así, y a pesar de que los implicados intentaron por todos los medios mantener en secreto el encuentro, el regidor se reunió ayer en las dependencias de la Alcaldía y durante aproximadamente una hora con el portavoz del grupo municipal nacionalista, Xosé Somoza.
Aunque el mutismo de los protagonistas impidió saber el resultado de la reunión, algunas fuentes aseguraban que los contactos podrían retomarse durante la próxima semana, lo que daría a entender que aún no llegaron a un acuerdo. Así, el alcalde habría transmitido en persona su petición de más tiempo para solucionar la crisis abierta a raíz de que se conocieran los gastos efectuados por los socialistas con cargo a la asignación que reciben del Concello, reiterando su compromiso de asumir responsabilidades por lo sucedido.

No obstante, los nacionalistas han repetido a lo largo de la semana que es momento de hechos más que de palabras e incluso han puesto sobre la mesa un nombre cuya destitución satisfaría su reclamación de depurar responsabilidades: la del coordinador del grupo municipal, Antonio López Vallejo, una salida que podría ser vista también con buenos ojos por algunos concejales socialistas, que, entre otras cosas, cuestionan que gran parte de la asignación del grupo se dedique a la remuneración de esta persona en lugar de a pagar el crédito solicitado para las dos últimas campañas electorales municipales, siendo los propios ediles los que asumen estos pagos.

Los tres votos del BNG impidieron que el alcalde fuese reprobado en un pleno extraordinario que se celebró el pasado 9 de mayo. A cambio de ese apoyo, los nacionalistas reclamaban no sólo la asunción de responsabilidades políticas sino también la devolución de los 'gastos inapropiados'. En este sentido, el alcalde ya reintegró 235 euros a la cuenta del grupo municipal socialista, aunque pedirá a los concejales que paguen a partes iguales esta cantidad -los 'pachistas' no ven con buenos ojos esta posibilidad-.

No obstante, el BNG calificó hace unos días de 'cutre' pensar que este gesto puede solucionar la crisis.

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