Primer conselleiro de Obras Públicas de la Xunta

Ángel Mario Carreño: ‘La disciplina de los ingenieros era militar’

El ex conselleiro de Obras Públicas, entre 1982 y 1986, acaba de publicar un libro en el que recupera la memoria de los ingenieros durante la Guerra Civil.
Bajo el título ‘Los ingenieros de Caminos en la década 1930-1939. De la zanja del olvido al olvido de la zanja’, el que fuera conselleiro de Ordenación do Territorio e Obras Públicas, entre 1982 y 1986, Ángel Mario Carreño, recupera en un libro la memoria de los profesionales de este sector que murieron represaliados durante la Guerra Civil, así como la difícil situación que vivió el gremio en aquella época convulsa. La obra se presenta hoy en el Club Financiero Atlántico de A Coruña.

¿Cómo era la situación de los ingenieros de Caminos en una época tan complicada?

Entre 1930 y 1939 sólo salieron de la Escuela de Caminos de Madrid siete promociones, ya que durante los años 37, 38 y 39 no hubo estudios universitarios por la guerra. Al principio de la década había 1.200 ingenieros registrados y al final de la guerra quedaron tan sólo 1.100 (incluyendo los profesionales de las siete promociones). Durante la Guerra murieron 63 ingenieros de Caminos y muchos otros tuvieron como única salida el exilio.

¿Cómo nació el libro?

Hace años, mi mujer y yo habíamos escrito un libro sobre los ingenieros de Caminos en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, nos dimos cuenta que nos habíamos olvidado de nombrar al jefe de Obras Públicas de Granada, que fue fusilado. A partir de ahí tuve la idea de investigar y rescatar la memoria de todos los profesionales del sector muertos o desaparecidos. Al principio deseaba dedicarme sólo al periodo de la Guerra Civil, pero el resultado era algo luctuoso y por eso decidí ampliar mi investigación a toda la década. Algunos de los ingenieros fallecidos por la guerra entre 1936 y 1939 eran conocidos para mí ya que en la vieja Escuela de Caminos de Madrid había un mármol negro en el que figuraban los nombres del personal de los cuerpos de obras públicas caídos.

¿Y qué resultados obtuvo en su investigación?

Pude averiguar cómo murieron o dónde se exiliaron 199 ingenieros de Caminos olvida dos, entre marzo del 36 a octubre del 40. Investigué en los expedientes administrativos del Ministerio de Fomento y en los archivos históricos de Salamanca y Madrid.

¿Vive aún algún ingeniero de Caminos de la década de los 30?

Sólo quedan tres. El primero es Antonio Durán, con 98 años, que trabajó en la empresa constructora Dragados y a quien el Rey le concedió el título de Marqués de la Ribeira del Sella, en Asturias. También sobreviven Antonio Angulo, de 96 años, ex profesor de la vieja Escuela de Caminos, y Mariano García Loygorri, con 101 años.

¿Cuáles son las obras más importantes que se construyeron en aquella época?

En Galicia a finales del 39 se construyó el ferrocarril Zamora-Ourense, y se subastó la obra ferroviaria de Marín a Pontevedra. En Madrid se comenzó con la Ciudad Universitaria, y se redactó el plan de enlaces de trenes hacia Francia, sin olvidar el ferrocarril Ferrol-Gijón.

Usted fue el primer conselleiro de Obras Públicas de la Xunta entre 1982 y 1986, ¿qué diferencias observa entre esa época y la década de los 30?

Durante la República, la guerra y la postguerra la disciplina en los ingenieros era casi militar. Hay que tomar en cuenta que antes al salir una promoción, ésta ingresaba directamente al escalafón del estado. Mientras antes había 30 ingenieros nuevos cada año, hoy ya hay 25.000.

¿Cómo calificaría la llegada del AVE a Ourense?

No será nada fácil, aunque confió en el calendario realista que han fijado Núñez Feijóo y el ministro, José Blanco. Lo que es cierto es que la obra pública es capaz de realizarse en tiempo récord si hay dinero para ello.

La historia a través de los ingenieros

‘De la zanja del olvido al olvido de la zanja’ es el sugerente título del libro, recientemente publicado, del que es autor Angel Mario Carreño. Se trata de un completo estudio que abarca los años comprendidos entre 1930 y 1939, centrado en la labor de los ingenieros de Caminos que durante esos años ejercieron su profesión en España. Además de las completas biografías de 63 técnicos -de los 1.200 que había al comienzo de la Guerra-, fallecidos de forma violenta durante la Guerra Civil, Carreño ofrece en su libro un interesante recorrido de las obras públicas: hidráulicas, del ferrocarril, de carreteras, puertos y puentes realizados durante el período que abarca el final de la monarquía, la dictadura de Primo de Rivera y la República, todo ello contextuado en el momento histórico que vivía el país. El autor dedica también especial atención a la historia de la Escuela de Caminos de Madrid. Se trata de un libro muy documentado, fruto de muchas horas de trabajo en archivos y entrevistas, ameno y bien escrito. Carreño Maribona, ingeniero de Caminos, asturiano de nacimiento, estuvo muy relacionado con Galicia y especialmente con Ourense, donde residió varios años de su vida. Fue presidente de Alianza Popular en la provincia de Ourense y conselleiro de Ordenación del Territorio con Xerardo Fernández Albor.

MARIBEL OUTEIRIÑO

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