La angustia se talla con navaja y motosierra

Dos exponentes gallegos de la escultura en madera exhiben sus últimas creaciones en el Marcos Valcárcel. El centro cultural muestra las pequeñas piezas del ourensano Moxom y las talladas en motosierra por el santiagués Tino Canicoba. 

No es habitual que dos escultores especializados en madera policromada expongan juntos. Menos, siendo tan diferentes. El santiagués Tino Canicoba y el ourensano Xosé Manuel Rodríguez “Moxom” se unen en “O bosque anguriado”, medio centenar de esculturas que recuerdan la angustia del ser humano y que se exhiben por primera vez en el centro cultural Marcos Valcárcel, a partir de hoy a las ocho de la tarde. El oficio de los dos escultores es muy diferente: Canicoba talla piezas grandes con motosierra, Moxom es más entusiasta de la navaja de Taramundi para dar forma a pequeñas obras.

Al ourensano Moxom le gusta sorprender con alguna pieza nueva en cada exposición. “Non me gusta caer no que xa viron outros. Quero que pensen: ‘A ver que fixo Moxom esta vez”, dice el ourensano, de sobra conocido. A esta muestra llevará piezas muy pequeñas, con su característica representación de las mujeres. “Non é que escape de facer homes, pero da muller gústame o movemento. As melenas ao vento”, explica el artista ourensano. 

En cuanto al oficio, Moxom prefiere poder mirar a las obras cara a cara. Verlas muy de cerca. “A navalla permíteme traballar achegándome á obra”, explica. Además, no dispone de un gran espacio para almacenar las piezas, por lo que opta por un estilo de figuras pequeñas que pueda custodiar en su piso. 

DE LA MUJER A LAS ARRUGAS

Al contrario, el otro protagonista de la exposición, Tino Canicoba, practica el oficio “a lo grande”. Tiene varias motosierras con las que talla sus piezas en madera policromada. De hecho, es conocido como el escultor de las motosierras. “La motosierra es más rápida y me da un acabado de las piezas que son bruscas. Además yo no suelo hacer bocetos”, explica el artista santiagués que talla rostros tristes y envejecidos. Reivindica la importancia del oficio: “Es importantísimo, puedes ser mejor o peor artista, pero es indispensable tener oficio”. Mientras Moxom se fija más en la figura de las mujeres, Canicoba prefiere los rostros y los cuerpos de la gente mayor, “porque por ellos ha pasado toda una vida, un joven no tiene arrugas”. 

La madera policromada inunda ya una de las salas del centro cultural Marcos Valcárcel. Para el espectador será fácil distinguir a los autores de “O bosque anguriado”, apasionados de la madera pero con estilos muy diferentes. Este bosque angustiado guarda relación con la situación actual del ser humano: “Todos estamos angustiados, voy por ese camino”, añade Canicoba.

“O bosque anguriado” se exhibirá, al menos, hasta el 12 de marzo.

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