La jueza atribuye a 'un error humano' el exceso de velocidad con el que el maquinista afrontó un cambio de vías en Villada

Dos años de cárcel por las muertes en el tren accidentado en Palencia

José Luis Pérez González, el día del juicio en el mes de noviembre del pasado año. (Foto: ARCHIVO)
El Juzgado de lo Penal número 1 de Palencia ha condenado a dos años de prisión a José Luis Pérez González, de 46 años y nacido en León, el maquinista del tren accidentado en Villada (Palencia) en el que murieron siete personas en agosto de 2006, entre ellos dos jóvenes ourensanos, Diego Fernández, de 22 años, y su novia, Mercedes Martínez, de la misma edad.
La resolución judicial, notificada ayer, establece, además, inhabilitación especial para la profesión u oficio de maquinista de locomotora durante el tiempo de condena y le impone pena de inhabilitación especial de privación para el ejercicio del mismo oficio durante cuatro años.

El fallo, que aprecia la circunstancia atenuante de reparación del daño muy cualificada, fija una condena por siete delitos de homicidio por imprudencia grave profesional y 86 delitos de lesiones por imprudencia grave. La sentencia de la titular del juzgado condena también a Pérez González a pagar indemnizaciones a las víctimas que suman 1.231.701,42 euros, que deberá hacer frente 'conjunta y solidariamente' con Axa, entidad aseguradora de Renfe, considerada como responsable civil subsidiaria.

Tras el juicio, celebrado entre el 9 y el 13 de noviembre de 2009, la juez considera que 'ha quedado demostrado, sin ningún género de dudas, el perfecto funcionamiento tanto del sistema de Señales Visuales como del Sistema de Balizas y que dichos sistemas cumplieron su función, transmitiendo al conductor de la locomotora las indicaciones oportunas para que adecuara la velocidad al tiempo de maniobra previsto'.

De esta forma, atribuye a un error humano el exceso de velocidad con el que el tren afrontó un cambio de vías en la estación de Villada, que provocó su descarrilamiento . El tren siniestrado, que cubría la línea Vigo-Hendaya, compuesto por locomotora y vagones, en los que viajaban 426 personas, lejos de reducir la velocidad a los límites obligados en la zona, la mantuvo muy elevada para la maniobra que debía realizar, llegando el tren al cambio de vía, cerca de la estación, a 125 kilómetros por hora.
La acusación particular que ejerció el padre del ourensano Diego Fernández no quiso valorar el contenido de la sentencia a expensas de una lectura pormenorizada de la misma.

El fallo tuvo en cuenta el informe de Fomento y Adif

José Luis Pérez González era el maquinista del tren que en agosto de 2006 descarriló en Palencia.
Durante el juicio, se dio a conocer el informe de la comisión de investigación del accidente -formada por Fomento, Renfe y Adif- en el que se apuntaba que el descarrilamiento fue debido a un fallo humano.

Fomento aseguró entonces que, del análisis de los registros de la locomotora, del centro de control de León y de la estación de Villada, se extraía la conclusión de que tanto el tren como la infraestructura estaban en perfectas condiciones técnicas.

El maquinista declaró ante la Policía Judicial que no se le advirtió de que iba a encontrar un cambio de vía, el lugar en el que descarriló el Intercity.Pero, según la investigación, el maquinista recibió la señal que le advertía de que debía reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora y transmitió a través del sistema que había reconocido esa señal. A pesar de que el conductor se dió por enterado, el convoy entró en Villada a 125 kilómetros por hora.

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