La concejala de Urbanismo también reclama la colaboración de la Xunta para evitar el bloqueo de la ciudad y dice que los constructores saben el desastre que provocó el PP con su Plan.
Si el Plan paraliza todo menos las licencias concedidas, ¿qué medidas transitorias se pueden adoptar, si las hay, para que no se bloqueen los proyectos prioritarios?
El Plan de Urbanismo está perdido porque los recursos de casación es muy difícil que sean admitidos. Con todo, y contando también con Eroski que recurrió como nosotros, ojalá se admitan a trámite y se mantenga el planeamiento dos años esto porque nos permitirá tener lo más avanzado posible el Plan nuevo. Por eso necesitamos disponer también de todas esas actuaciones avanzadas con la Xunta, de ahí que esperamos la colaboración de Núñez Feijóo; y si la logramos, no tendremos problema ninguno en reconocerla. Se pueden aprobar normas transitorias o plantear modificaciones puntuales sobre el plan de 1986, pero es determinante el respaldo autonómico. Estamos trabajando mucho y necesitamos colaboración de la Xunta, para convencios, infraestructuras, terrenos.
¿Por qué dice que no es posible la opción del PP de mantener el actual Plan con modificaciones?
El alcalde ya llamó ayer la atención de lo que puede pasar a todos los ciudadanos, también a los que votaron al PP, los que respaldaron As Burgas y una manera de hacer un Plan general ahora anulado. Más de la otra mitad quiere que eso no vuelva a ocurrir, y esa es nuestra responsabilidad. Por eso, el alcalde lo que hizo fue pedir a esos responsables, que fueron los causantes de esta situación, que mantengan los compromisos que teníamos con la Xunta. Somos la tercera ciudad de Galicia y estamos en una situación muy compleja, con un Plan con ocho sentencias de anulación. Y no creemos esa tontería de que corrigiendo unos detalles se a hacer bien un documento como éste; un documento fuerte jurídicamente ya no debería de identificarse con una revisión. Nos irrita sobremanera escuchar a Nóvoa decir que esto no tiene importancia, que se arregla con retoques y modificaciones.
¿Hay preocupación en los constructores? ¿Cómo reacciona el sector ante esta situación?
Lo que hemos marcado siempre, desde que llegamos, es que nosotros gestionamos y eso es una novedad para ellos. Sí entienden que esta es una situación muy grave aunque nos preocupa el hecho de que el PP no esté transmitiendo esa realidad; y temo que los constructores comulguen con eso porque es lo que después produce estos lodos. Bien es verdad que muchos promotores son conscientes de que la ciudad tiene que estar bien administrada, por lo que entendemos esa ambivalencia suya. En general, los promotores están más vinculados con la derecha pero saben el grado de desastre que ha traído a Ourense el PP.
¿Qué modelo de ciudad pretende el gobierno municipal? ¿cuáles serán las prioridades?
Las ciudades tienen que ser dinámicas económicamente, pero hay que buscar en función de qué. Y deben ser agradables, atractivas, deben ofrecer cosas. ¿Y qué ofrece Ourense? Por ejemplo, el termalismo, donde tiene un gran potencial. Pues habrá que diseñar medidas en función de ello. Yo vivo en la avenida de Portugal y no es un lugar apetecible. Por eso enseño siempre el Miño con sus puentes, los edificios de Gulías, el siglo XIX; eso es un problema que tenemos y que responde al dinamismo económico de la ciudad. Y mal vamos si enseñamos siempre el pasado. Eso hay que protegerlo pero hacer también otras cosas. Por ejemplo, para que el Campus funcione como un elemento económico dinamizador, debe ser un espacio agradable; para que el termalismo funcione igual, no puede pretenderse con aquel plan del PP en As Burgas. Y el AVE ha de ser un proyecto moderno, vanguardista, que elimine la fractura abierta en la ciudad por el actual trazado y que nos ilusione a todos. El crecimiento natural será a lo largo de la ronda bulevar, no donde algunos promotores tengan sus terrenos. La ciudad debe tener, además, forma, estar físicamente ordenada, no como ahora, deslabazada en las salidas.
Dijo usted alguna vez que pierden demasiado tiempo en pleitos. ¿Cómo es eso?
Trabajamos en los grandes asuntos pero también en los cotidianos, porque hay proyectos a corto, medio y largo plazo, pero la mitad del trabajo nos la han consumido los asuntos jurídicos, que son nudos gordianos podridos de todos estos años. Hay que evitar que eso vuelva a ocurrir o, en todo caso, defenderlos bien; si no, desembocan en casos como el de la Praza de San Antonio.
El Plan de Urbanismo está perdido porque los recursos de casación es muy difícil que sean admitidos. Con todo, y contando también con Eroski que recurrió como nosotros, ojalá se admitan a trámite y se mantenga el planeamiento dos años esto porque nos permitirá tener lo más avanzado posible el Plan nuevo. Por eso necesitamos disponer también de todas esas actuaciones avanzadas con la Xunta, de ahí que esperamos la colaboración de Núñez Feijóo; y si la logramos, no tendremos problema ninguno en reconocerla. Se pueden aprobar normas transitorias o plantear modificaciones puntuales sobre el plan de 1986, pero es determinante el respaldo autonómico. Estamos trabajando mucho y necesitamos colaboración de la Xunta, para convencios, infraestructuras, terrenos.
¿Por qué dice que no es posible la opción del PP de mantener el actual Plan con modificaciones?
El alcalde ya llamó ayer la atención de lo que puede pasar a todos los ciudadanos, también a los que votaron al PP, los que respaldaron As Burgas y una manera de hacer un Plan general ahora anulado. Más de la otra mitad quiere que eso no vuelva a ocurrir, y esa es nuestra responsabilidad. Por eso, el alcalde lo que hizo fue pedir a esos responsables, que fueron los causantes de esta situación, que mantengan los compromisos que teníamos con la Xunta. Somos la tercera ciudad de Galicia y estamos en una situación muy compleja, con un Plan con ocho sentencias de anulación. Y no creemos esa tontería de que corrigiendo unos detalles se a hacer bien un documento como éste; un documento fuerte jurídicamente ya no debería de identificarse con una revisión. Nos irrita sobremanera escuchar a Nóvoa decir que esto no tiene importancia, que se arregla con retoques y modificaciones.
¿Hay preocupación en los constructores? ¿Cómo reacciona el sector ante esta situación?
Lo que hemos marcado siempre, desde que llegamos, es que nosotros gestionamos y eso es una novedad para ellos. Sí entienden que esta es una situación muy grave aunque nos preocupa el hecho de que el PP no esté transmitiendo esa realidad; y temo que los constructores comulguen con eso porque es lo que después produce estos lodos. Bien es verdad que muchos promotores son conscientes de que la ciudad tiene que estar bien administrada, por lo que entendemos esa ambivalencia suya. En general, los promotores están más vinculados con la derecha pero saben el grado de desastre que ha traído a Ourense el PP.
¿Qué modelo de ciudad pretende el gobierno municipal? ¿cuáles serán las prioridades?
Las ciudades tienen que ser dinámicas económicamente, pero hay que buscar en función de qué. Y deben ser agradables, atractivas, deben ofrecer cosas. ¿Y qué ofrece Ourense? Por ejemplo, el termalismo, donde tiene un gran potencial. Pues habrá que diseñar medidas en función de ello. Yo vivo en la avenida de Portugal y no es un lugar apetecible. Por eso enseño siempre el Miño con sus puentes, los edificios de Gulías, el siglo XIX; eso es un problema que tenemos y que responde al dinamismo económico de la ciudad. Y mal vamos si enseñamos siempre el pasado. Eso hay que protegerlo pero hacer también otras cosas. Por ejemplo, para que el Campus funcione como un elemento económico dinamizador, debe ser un espacio agradable; para que el termalismo funcione igual, no puede pretenderse con aquel plan del PP en As Burgas. Y el AVE ha de ser un proyecto moderno, vanguardista, que elimine la fractura abierta en la ciudad por el actual trazado y que nos ilusione a todos. El crecimiento natural será a lo largo de la ronda bulevar, no donde algunos promotores tengan sus terrenos. La ciudad debe tener, además, forma, estar físicamente ordenada, no como ahora, deslabazada en las salidas.
Dijo usted alguna vez que pierden demasiado tiempo en pleitos. ¿Cómo es eso?
Trabajamos en los grandes asuntos pero también en los cotidianos, porque hay proyectos a corto, medio y largo plazo, pero la mitad del trabajo nos la han consumido los asuntos jurídicos, que son nudos gordianos podridos de todos estos años. Hay que evitar que eso vuelva a ocurrir o, en todo caso, defenderlos bien; si no, desembocan en casos como el de la Praza de San Antonio.
