Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, con sede en Madrid, se hicieron cargo de la investigación del matrimonio hallado muerto el pasado 24 de abril en Amendo (Taboadela), José Martínez, de 65 años, y María Teresa Campos, de 63. Los agentes se hicieron cargo de las pesquisas después de la detención de Javier Cruz, el joven de Toén que confesó haber dado muerte a la joven Laura Alonso.
La presencia de los agentes (seis) en la provincia se conoció ayer después de que el secretario general de la Unión de Guardias Civiles, Manuel Mato Vázquez, acusara a los responsables de la Comandancia a obligar a los agentes de la Policía Judicial destinados en Ourense (16) a realizar funciones que no le son propias, como el precintado de coches en la vía pública o verificar la venta ilegal de alcohol, además de ocuparse del robo de carteras en la romería de Os Milagros o las denuncias presentadas en las fiestas de Ribadavia, aseguró.
Esta afirmación fue desmentida desde el cuartel de Santa Mariña, asegurando que los agentes están realizando el trabajo que les corresponde y es verdad que precintan coches pero cuando se lo solicita el juez, afirmaron.
Los agentes de la UCO realizaron su propia inspección ocular en la vivienda en que fue hallado muerto el matrimonio y sospechan que el autor de crimen borró todas las huellas antes de abandonar el pueblo.
Esta afirmación fue desmentida desde el cuartel de Santa Mariña, asegurando que los agentes están realizando el trabajo que les corresponde y es verdad que precintan coches pero cuando se lo solicita el juez, afirmaron.
Los agentes de la UCO realizaron su propia inspección ocular en la vivienda en que fue hallado muerto el matrimonio y sospechan que el autor de crimen borró todas las huellas antes de abandonar el pueblo.
