El ministro, que clausuró las jornadas 'Un modelo de Justicia para el siglo XXI', considera también que ha llegado el momento de 'dar el salto' a un modelo en el que el fiscal sea instructor

Caamaño aboga por reordenar el mapa de partidos judiciales

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, abogó ayer en Ourense por un modelo de administración judicial que, además de 'dar seguridad e previsibilidade sobre os dereitos, sexa unha peza clave da economía, capaz de contribuír a saír antes da crise'.
Desde esta concepción, justificó que en 2009 se aprobara el mayor presupuesto para la Justicia de la historia de la democracia. Aunque también se paró a justificar la necesidad de intruducir recortes en los salarios de los funcionarios públicos. En un auditorio al que acudieron buen aparte de los magistrados de la provincia de Ourense, Caamaño dedicó una parte de su intervención a explicar cómo se van a producir las reducciones entre la magistratura.

No obstante, el ministro se consagró a detallar las reformas que se avecinan en la Justicia. Para empezar, puso sobre la mesa un dato de especial envergadura, tantos, como diez 10 millones de asuntos, que son los que ingresaron en 2009. 'Podemos intensificar tribunais, ter máis xuíces, máis persoal, pero algo pasa cando tantos asuntos chegan á adminsitración de Xustiza'. ¿Por qué sucede? Porque 'neste país xerouse a dinámica de que o Estado de dereito é o mesmo que o Estado xudicial'.

El ministro propuso la introducción de reformas de calado. De entrada, 'nada será efectivo se non cambiamos o procedemento criminal'. El 70% de los asuntos de la Justicia son de tipo penal. En este punto, propuso 'da mesma forma que aceptamos que o xuíz que instrúe non pode xulgar (antes era así), hoxe o xuíz de instrución ten sobre el a tarefa de esclarecer os feitos, buscar a verdade e á vez protexer os dereitos das persoas que investiga. Esto provoca situacións complicadas', y por eso abogó por 'dar o salto á figura do fiscal instrutor'.

Acompañó esta medida de otra gran reforma: la demarcación de la planta judicial. 'Os partidos xudiciais tiñan sentido no século XIX'. No se puede -señaló- tener un juzgado con una carga mínima -'hainos'- e a 50 kilómetros outro saturado'. Es un lujo que no se puede permitir el país, aunque vaticinó que 'calquera deputado que se preste non vai consentir que se toquen partidos xudiciais da súa provincia. Pero hai que facelo'.

Para exponer la tercera gran reforma -tribunales de instancia- recurrió a esta provincia. 'En lugar de haber os xulgados 1, 2, 3, 4 e 5 de primeira instancia de Ourense, debería existir un tribunal de primeira instancia de Ourense, con cinco xuíces'.Cada vez que se crea una unidad judicial, hay que aportar un juez, un secretario y ocho funcionarios, 'e iso non tenen sentido'.


resolución de conflictos

Se refirió el ministro a la necesidad de ahondar en 'modos complementarios de resolución de conflictos antes de chegar á Xustiza'. Echó en falta una ley de mediación, aunque anunció que llegará en breve a las Cortes. En Ourense, se prevé que este mismo año se introduzca un programa piloto que busca evitar la judicialización de conflictos de índole familiar. Junto a la conciliación, citó el arbitraje, sistema que 'tampouco ten éxito en España. Para poder ser árbitro en este país 'hai que ser avogado exercente, cousa que non ocorre noutros países'.

No olvidó Caamaño mencionar los cambios que se forjan ya en el sistema informático, que antes de un año 'falará o mesmo idioma en todas as comunidades'. Incluso -cosa que no ocurre ahora- podrá h acer compatible el sofware de los jueces con el de los fiscales.

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