Las oficinas municipales han recibido este año 62 solicitudes de indemnización, aceptándose cuatro

Las caídas y los daños a vehículos acaparan las reclamaciones de particulares al Concello

Un alcorque de la ciudad, sin protección y sin tierra. Caídas por esta causa motivaron reclamaciones al Concello. (Foto: José Paz)
Las caídas en la vía pública suelen ser la causa de buena parte de las reclamaciones de responsabilidad patrimonial que recibe el Concello cada año. En lo que va de éste, fueron presentadas 62 solicitudes de indemnización por diversas causas, de las que, hasta la fecha, sólo se han estimado cuatro de las 16 resueltas.
Caerse en la calle, desperfectos de la grúa o de un contenedor en un coche e incluso un ‘caramelazo’ en la cara durante la cabalgata de los Reyes Magos. Hechos tan cotidianos, con consecuencias diversas, están detrás de las reclamaciones que los ciudadanos realizan en el Concello, solicitando indemnizaciones por los desperfectos o las secuelas sufridas por ellos o por sus propiedades.

En lo que va de año, la entidad municipal recibió 62 solicitudes de responsabilidad patrimonial, de las que la junta de gobierno, apoyada en los informes técnicos correspondientes, ha resuelto hasta la fecha 16 -las 46 restantes están en tramitación-. De las 16 resueltas, sólo cuatro han sido estimadas, estando tres de ellas relacionadas con los daños producidas por maquinaria municipal en marcha.

De hecho, la última junta de gobierno aprobó indemnizar con 1.286 euros a una ciudadana que pisó una punta en la calle Juan XXIII procedente de los restos del mobiliario urbano que estaban en la vía pública como consecuencia de un accidente de circulación. En la misma reunión, fue desestimada la reclamación de un promotor que había perdido la posibilidad de cobro de la compensación económica que le había sido otorgada por una reparcelación, al considerar los técnicos que no era responsabilidad del Concello. En casos como éste en que la reclamación es desestimada, los particulares tienen la posibilidad de plantear un recurso en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo para insistir en su reclamación.

Los motivos más habituales por los que los ciudadanos exigen la responsabilidad patrimonial del Concello son las caídas (21 reclamaciones por esta causa en 2008), y el alcance a vehículos privados por parte de máquinas municipales, gravilla, etcétera (17 reclamaciones el año pasado). Además, los desperfectos ocasionados durante el traslado de vehículos por parte de la grúa municipal o por parte de autobuses y contenedores fueron los motivos de otras solicitudes de indemnización de los ciudadanos, entre otros motivos.

En 2008

Durante todo el año pasado, fueron 67 las personas que presentaron reclamaciones de responsabilidad patrimonial del Concello, de las que hasta la fecha se resolvieron 53, cuatro de las cuales fueron, además, estimadas. El resto fueron desestimadas o archivadas al considerar que los daños alegados por los ciudadanos no eran responsabilidad directa del Concello.

Losetas levantadas, alcorques y zonas no peatonales

¿Es culpa del Concello que un caramelo que tiran los ‘Reyes Magos’ rompa las gafas de una mujer que ve la cabalgata? En aquella reclamación, en la que la afectada solicitaba una indemnización de 218 euros, la entidad municipal entendió que no porque ‘das testemuñas practicadas queda probado que as gafas caeron ó chan cando a reclamante estaba a apañar caramelos e que llas tirou outra participante no fragor do evento’.

Otro ‘clásico’ en las reclamaciones son las lesiones ocasionadas por tropiezos con alcorques, sumideros o losetas de aceras en mal estado. No obs tante, si no ha intervenido la Policía Local u otro cuerpo de emergencia es complicado demostrar posteriormente que la caída se produjo tal y como el reclamante asegura. En otro caso, por ejemplo, la jueza desestimó una petición de indemnización al producirse la caída por el mal estado de un sumidero que se encontraba en la carretera. La demandante había dejado el coche en un lugar en el que no se podía aparcar y metió el pie en él. La jueza consideró que, al no ser un lugar para el tránsito de peatones, no era responsabilidad del Concello las consecuencias de esta caída.



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