Las entidades son reacias a otorgar créditos y continúan priorizando el dar salida a su bolsa de viviendas embargadas

La cancelación de hipotecas supera por primera vez la constitución de nuevas

Lograr la concesión de una hipoteca -sea para vivienda o para otras propiedades rústicas y urbanas- es cada día más difícil. En el primer trimestre del año se han otorgado en Ourense 603 hipotecas, de las que 336 correspondían a viviendas. La caída en la concesión con respecto al mismo periodo del año pasado supone un 36% que, en el caso concreto de los inmuebles residenciales, crece a casi el 43%.
Por el contrario, en el primer trimestre de 2012, se han cancelado 700 hipotecas en la provincia, de las que 466 son sobre vivienda. Así, tanto la reducción de nuevas hipotecas como el leve aumento en las cancelaciones hace que, por primera vez en los últimos años, la cifra de préstamos hipotecarios que se concluyen que los que se formalizan, frenando así la fuerte tendencia de endeudamiento.

En todo caso, el importe por el que los propietarios se endeudan se mantiene como en los últimos años. En concreto, en el primer trimestre de 2012, la hipoteca media otorgada en la provincia (tanto para vivienda como para otro tipo de fincas) ascendió a 115.000 euros, importe parecido al de años anteriores.


DIFICULTADES

'Son poquísimas las operaciones que salen adelante', explica el presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Ourense, Benito Iglesias al respecto. Así, señala que las entidades son reacias a otorgar todo tipo de préstamos, pero en vivienda priorizan los que otorgan sobre propiedades de su bolsa de embargos que las de terceros. En concreto, para sus inmuebles ofrecen el 100% del importe, mientras para las de fuera 'en el mejor de los casos llegan al 80%'. Además, el tipo de interés es ligeramente menor (si bien el diferencial sobre el euríbor creció, y actualmente está de media en 1,70%). También examinan al detalle el historial del cliente y si observan que tiene otro tipo de préstamo superior a 6.000 euros o que figura en registros de morosidad -incluso por casos poco relevantes, como puede ser devolver una factura del móvil-, ya no acceden a la operación. Además, elevan los requisitos sobre seguros, reclamando no sólo el de vivienda, sino también de vida y de pagos protegidos.

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