El centro de Ourense se vuelve un laberinto para los coches

El corte de Curros Enríquez, al mismo tiempo que Bedoya y Celso Emilio Ferreiro, deja la ciudad patas arriba para la comunicación por vehículo hacia la parte este de la ciudad. Algunas calles como La Habana o Samuel Eiján se convirtieron en un caos.

Esto es una auténtica ratonera, esta calle se ha convertido en un circo”. Así se explicaba un vecino de la rúa Samuel Eiján, esa pequeña calle que comunica Sáen Díez con Curros Enríquez.  Esta última arteria quedó ayer cortada al tráfico desde el cruce con La Habana, y muchos conductores que pretendían acceder a ella se veían obligados a dar la vuelta en Samuel Eiján, convirtiendo en un auténtico caos a media tarde la circulación. Coches marcha atrás, otros montados en la acera para dejar pasar a los de adelante…

El centro de la ciudad lleva durante todo el verano convertido en un laberinto que ayer elevó un nivel más la dificultad con el cierre de Curros Enríquez, de nuevo por obras. Desde la rúa Coruña, en el Posío, ya no hay ninguna calle que permita subir a la zona de San Francisco hasta pasar la Comisaría de la Policía Nacional, con la agravante de que para acceder a esta hay que hacerlo por As Lagoas, al estar cortada Curros. Bedoya estará cortada hasta bien entrado septiembre, Concordia fue restringida al tráfico hace ya tiempo y Celso Emilio Ferreiro cumplió ayer mismo tres meses cortada al tráfico rodado tras saltar por los aires el saneamiento en la tormenta del pasado 28 de mayo, y sin plazos firmes para su reapertura.

Circular en un vehículo por el casco urbano de Ourense es más difícil cada día. La improvisación y la acumulación de obras en las calles hacen necesario una guía de instrucciones para que los vehículos puedan desplazarse. El continuo retraso de las obras, que ha solapado unas con otras en el centro de la ciudad, junto al nefasto mantenimiento en vías como Celso Emilio han generado un caos en las últimas jornadas. Además, ayer se volvía a cortar al tráfico (estará así al menos hasta diciembre) Avilés de Taramancos, en O Couto, para sumar dificultades al laberinto urbano.

En principio, Curros reabre el jueves. Si el Concello no rectifica, como ha hecho en otras ocasiones.

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