Otro de los clásicos de septiembre es el inicio de la vendimia. Y dentro de este desfile de lugares comunes el diagnóstico que los viticultores hacen invariablemente todos los años es este: la cosecha es buena en cantidad y calidad. Este año tampoco falta esa interpretación.
El sector primario no es lo más fuerte que tenemos en la provincia, pero sí hay algunas excepciones muy notables que merece la pena destacar cuanto antes. Una de ellas es el vino, ya que aquí hay cuatro de las cinco denominaciones de origen del sector en Galicia.
El esfuerzo por la modernización de esta actividad económica, la apuesta por las variedades nobles y la calidad están rindiendo réditos importantes en el mercado. Cuando en la provincia miles de hectáreas de tierra se dejan improductivas, reconforta ver como en las tierras de O Ribeiro, por ejemplo, las cepas ganan espacio a la maleza o en Valdeorras el godello vive un momento de esplendor.
Por lo tanto, ahora que empieza la vendimia, que es el resultado de muchos meses de trabajo, desear suerte para la nueva cosecha que, como dice la Biblia, ha sido fruto de la vid y del trabajo del hombre. Amén
