Los viajes en tren de alta velocidad están cada vez más caros y ya para Semana Santa o no quedan o sus precios casi son prohibitivos. Hemos hablado en más de una ocasión del bum de la alta velocidad ferroviaria, que provoca un trasiego de viajeros en la estación de A Ponte impensable hace algunos años.
Aun cuando no han llegado los trenes Talgo Avril, aun cuando las obras de la estación no han comenzando, la utilización del AVE deja a Ourense como centro de destino y de salida muy importante.
A pesar de ser repetitivos, conviene recordar aquellos anhelos de cuanto el tren solo estaba en obras y estas tenían sucesivos retrasos. Decíamos que Ourense no puede esperar más, que se están perdiendo oportunidades de desarrollo por la tardanza de la infraestructura, y tal y cual.
Bueno, pues ahí está el AVE, con una altísima demanda de viajeros que entran y salen de Ourense a diario. Y la ciudad si aprovecharse como merece. Y ahí están las instituciones ourensanas haciendo lo mismo para dinamizar sus recursos que cuando no había alta velocidad: absolutamente nada. Si la ciudad está como está y la dirige quien la dirige ya no es culpa de una conjunción astral. Busquen más abajo, entre los terrícolas.