OURENSE

El Concello “analizará" los picaderos de droga de la ciudad

Dice que tomará "medidas" para prevenir riesgos una vez conocida la propiedad de los inmuebles

El Concello de Ourense anunció ayer que pondrá en marcha una serie de medidas que pasan por la evaluación, control y limpieza de los puntos clandestinos de droga de consumo intravenoso en el centro histórico de la ciudad.

En vista de que muchos de los "picaderos" se encuentran a la vista de los vecinos y al lado de puntos de elevado interés turístico, el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, reaccionó en la mañana de ayer anunciando que el Concello "analizará e tomará medidas" para poner solución a la problemática.

"Analizaremos as circunstancias e tentaremos previr os posibles riscos que supoñan estas áreas", apuntó el regidor. Al mismo tiempo, señaló que el gobierno local comprobará "a propiedade dos inmobles" donde se da el consumo clandestino de droga aunque "o importante é asegurar a saúde pública", enfatizó.

Respecto al mismo tema, la edil de Medio Ambiente, Susana Bayo, se pronunció derivando la responsabilidad al Servizo Municipal de Limpeza, un departamento que ya no es de su competencia: "Cuando yo era encargada de Limpeza, esas zonas se vallaban para impedir el acceso", afirmó la concejal. Sin embargo, sí lamentó que "siempre van a existir estas zonas" aunque se hagan labores de retirada puntual del material usado por los toxicómanos y que dejan abandonados.

La Región publicó ayer que expertos del Comité Anti-Sida y la Asociación de Usuarios, Exusuarios y Técnicos de Drogas (Asut) tenían localizados, al menos, cuatro "picaderos" situados cerca de lugares estratégicos del centro urbano a los que se podrían sumar algunos otros no localizados. Cuatro zonas a las que acuden drogodependientes a inyectarse en condiciones insalubres con peligro para la salud pública.

La Asut señaló la rúa Pelayo, la Praza de San Cosme, el túnel subterráneo posterior a la estación de San Francisco y, sobre todo, las traseras de la antigua Cárcel Provincial. Todos ellos se encuentran muy cercanos a edificios administrativos del Concello (como un el Centro Cívico Social de la Praza da Imprenta o el Centro de Iniciativas Empresariais, en el mismo enclave). Por lo tanto, son de responsabilidad municipal. Otros puntos clandestinos transitados por drogodependientes son muy difíciles de localizar debido a su dispersión por la ciudad. Desde el Comité, declaran que este hecho los convierte en especialmente peligrosos. Las organizaciones de prevención cuentan con la información de los drogodependientes que se acogen a los programas y con la colaboración de vecinos que buscan acondicionar estos espacios.

En estos lugares las imágenes tienen el mismo denominador común: jeringuillas usadas, preservativos y un gran número de papeles empleados para el consumo de diversas sustancias, frecuentemente heroína y cocaína.

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