La ley exige certificado de delitos sexuales para evitar que los condenados en firme realicen actividades con menores. Lo que agrava la polémica del rey Baltasar de la cabalgata de los Reyes Magos de Ourense
El elegido por el Concello de Ourense para hacer de rey Baltasar en la Cabalgata de los Reyes Magos 2023 no habría sido Khalifa A. N., un condenado por dos delitos de abusos sexuales, si se hubiera exigido, como obliga la ley, a todos los participantes en las carrozas y el desfile el correspondiente certificado de delitos sexuales.
La ley exige desde el año 2015 este documento a todos aquellos ciudadanos que vayan a ejercer una profesión o actividad, incluido el voluntariado, que implique contacto con menores para evitar que los condenados mediante sentencia firme por delitos contra la libertad e identidad sexual y trata de seres humanos con fines de explotación sexual, incluida la pornografía, puedan realizar actividades relacionadas con niños. Esta obligatoriedad viene establecida por la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia, así como la Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado.
De hecho, tanto las administraciones públicas, en este caso el Concello de Ourense, como las empresas privadas pueden solicitar el certificado negativo de delitos sexuales de sus trabajadores o colaboradores, con el permiso expreso de estos, a través de la Plataforma de Intermediación de Datos, que gestiona el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, para así evitar desplazamientos y agilizar la tramitación.
El rey Baltasar de este año, como publicó el pasado sábado La Región, es Khalifa A.N., un ciudadano senegalés de 37 años y residente en Ourense, que fue condenado en dos ocasiones como autor de delitos de abuso sexual en la ciudad. La última sentencia se hizo pública hace apenas cuatro meses. Pese a ello, fue uno de los tres Reyes Magos de Oriente que saludaron y repartieron caramelos a los niños durante la cabalgata organizada por la Concellería de Artes e Festexos, que dirige el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.
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El rey Baltasar fue condenado por un delito de abusos sexuales con la agravante de discriminación por razón de género el 8 de octubre de 2019 por el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense. La jueza estableció una pena de una multa de 3.780 euros por besar, forcejear y hacer tocamientos a la fuerza a una joven de madrugada en una discoteca de la calle Arturo Pérez Serantes.
El pasado 16 de septiembre, Khalifa A. N. fue de nuevo hallado culpable de otro delito de abusos sexuales, con la agravante de reincidencia, tras agarrar por las nalgas a una mujer en un pub de la calle Pizarro. “Cuando le pedimos que se fuera, la llamó puta y le dijo que no tenía necesidad de violarla porque podía pagarse una puta”, dijo un familiar de la víctima a la jueza, que lo condenó a pagar una multa de 3.300 euros.
Jaén y Torremolinos exigen acreditar la ausencia de delitos para ir en las carrozas
Los ayuntamientos, como administraciones locales, están obligados por ley a exigir el certificado negativo de delitos sexuales para acreditar que sus trabajadores, colaboradores o voluntarios carecen de este tipo de antecedentes penales. El fin es evitar que los sentenciados en firme puedan realizar actividades relacionadas con menores en colegios, campamentos, piscinas, academias, rodajes o cabalgatas. Prueba de ello es que ayuntamientos como los de Jaén o Torremolinos, que abren un plazo de solicitudes para participar en la cabalgata oficial de sus respectivas ciudades, exigen a los aspirantes el certificado de no haber sido condenados por delitos de naturaleza sexual. “En caso de no presentarlo, la solicitud no será tenida en cuenta y se procederá a su archivo sin más trámites”, advierten en la convocatoria.
