Asumen el peligro de escisión, pero confían que la asamblea renueve principios hacia la unidad

Las corrientes del BNG marcan posiciones ante su redefinición

Acto central de la campaña del BNG en Ourense en las pasadas elecciones municipales. (Foto: JOSÉ PAZ)
Los enfrentamientos internos en el BNG nunca antes se habían mediatizado tanto por sus propios protagonistas, como estos días ocurre con el llamado 'manifiesto de los 20', con la 'refundación' liderada por Beiras o con la Iniciativa BenComún, impulsada por varios militantes y exmilitantes históricos de la organización frentista.
La toma de posiciones de las diferentes corrientes ante la inminente asamblea general del partido, que presiblemente se celebrará a finales de octubre o principios de noviembre debido al adelanto electoral, no es nada nuevo, pero sí lo son las formas y, sobre todo, la distancia entre los diferentes puntos de vista.

Unión do Pobo Galego, Máis Galiza, Encontro Irmandiño y Movemento Galego ao Socialismo coinciden en la necesidad de abrir un debate de raíz que redefina ideario, estrategias y referentes, que se reflejarían en un cambio estatutario. Sin embargo, mientras unos prefieren fomentar el 'aperturismo a la sociedad y a los tiempos que corren', otros abogan por recuperar los idearios más puritanos y regios de la formación.

Entre los primeros está el Encontro Irmandiño, que defiende una refundación que recupere la esencia del partido como un frente 'aberto e plural onde os debetes no se dean por maiorías, senón por consenso, algutinando cada vez a máis xente', explica Iolanda Pérez, militante ourensana de esta corriente. La 'U' y el MGS defienden unas posiciones más ancoradas en el resistencialismo clásico, mientras que la rama más centrista, la de Máis Galiza (antes Máis BNG), aboga por plegarse a los cambios sociales actuales y en consonancia con la realidad social, explica el portavoz de los nacionalistas en la Diputación y regidor en Vilar de Santos, Xan Jardón, uno de los alcaldes firmantes del manifiesto de los 20.

El apoyo que el MGS ha brindado a la UPG en los órganos internos devuelve el control a esta corriente fundacional, que el resto de 'familias' intentan mitigar mediante el adelanto de la asamblea, donde lo único claro es que se volverá a los postulados 'prequintanistas', donde un militante es igual a un voto. La relevancia de este proceso asambleario radica en la capacidad para establecer un debate abierto y consecuente, 'onde nos xogamos moito', matiza el alcalde alaricano, Francisco Rodríguez, porque 'en base as propostas que se aproven marcarase a orientación do partido para os vindeiros anos', añade.


RIESGO DE ESCISIÓN

Los malos resultados del BNG en las elecciones municipales del 22-M, sobre todo en la ciudad donde perdió casi la mitad de sus votos, han alentado el riesgo de escisión, que sólo podrían calmarse con una poco hipotética recuperación en las generales del 20-N. La rama ourensana del EI criticó abiertamente a los 'isabelinos' por revalidar un pacto con los socialistas que, a su juicio, los desacredita ante las bases y los seguirá perjudicando electoralmente. 'Existe certa tensión interna e a escisión non se desbota porque dentro do BNG hai xente moi activa e dinámica, pero a día de hoxe a democracia horizontal segue a imperar e non vexo un perigo inminente', aclara Iolanda Pérez (EI).

Leopoldo Rodríguez, otro de los diputados provinciales del BNG, reconoce la creciente intensidad de las presiones ejercidas por las diferentes corrientes, aunque apunta que en estos momentos en los que las encuestas del CIS sitúan el apoyo a la organización frentista en sus mínimos históricos se convierte en un 'sin sentido' aventurarse a concurrir a los comicios con otras siglas. De momento, la única formación escindida es Movemento Pola Base, pero desde su huida no han dado pasos para presentarse a la próxima cita electoral.

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