Simón Lorda y otros médicos de la provincia se unen al reconocimiento público al pediatra ourensano

El director del Sergas propone el nombre del doctor Luis Gallego para un centro de salud

Los profesionales médicos de la provincia se han sumado a la iniciativa del Concello de incoar un expediente de honores a la labor altruista del pediatra ourensano Luis Gallego, fallecido el pasado año, para quien demandan un mayor reconomiento público. Así, David Simón Lorda, director provincial del Sergas, propondrá a la Consellería de Sanidade que uno de los dos centros de salud que se abrirán en la ciudad lleve su nombre. ‘Ejerció la medicina privada con una visión de sistema público universal’, destacó.
Los médicos se suman a la iniciativa del Concello de realizar un homenaje al médico Luis Gallego -la Concejalía de Sanidade ha incoado un expediente de honores para ensalzar la labor altruista de este pediatra, que falleció en mayo del pasado año- aunque consideran que el reconocimiento público debería hacerse cuanto antes, así como extenderlo a otros ámbitos.

Así, el director provincial del Sergas, David Simón Lorda, propone, como médico, la posibilidad de que uno de los dos centros de salud que se van a construir en la ciudad lleve su nombre, lo que, según anunció, planteará en el Servizo Galego de Saúde. Aclaró, sin embargo, que ‘la Consellería de Sanidade no es partidaria de poner nombres a los centros sanitarios y no sé si será una línea políticamente correcta a nivel corporativo, pero personalmente creo que es un homenaje muy merecido’.

En este sentido, destaca que Luis Gallego fue ‘toda una institución en la ciudad, donde ejerció la práctica privada pero con una visión de sistema público universal, puesto que cubrió generosamente los huecos de la asistencia en los años 60 y 70. Tenía voluntad de servicio y cercanía a los ciudadanos’. Asimismo, le recuerda como pediatra: ‘En los años 60 me asistió en su consulta, que tenía encima del Bar Rojo (calle Progreso). Era don Luis, un hombre cálido, cercano, que inspiraba confianza, simpatía y buen ánimo’.

El cirujano del CHOU Celso Enríquez Sanmamed, a quien también atendió de niño, tiene una visión ‘entrañable y afable del doctor Gallego. Era delgado, enjuto y tenía una mirada franca. Mis padres tenían una mueblería en la calle Cervantes y, cuando él pasaba por delante del negocio, le sonaban los bolsillos como cascabeles (cobraba simbólicamente 50 pesetas la consulta)’, relata. Añade que ejerció la medicina en tiempos difíciles de forma heroíca y, por ello, opina que la ciudad debe recordar su labor social.

Igualmente, el jefe de departamento de Pediatría del CHOU, Federico Martinón, reclama un reconocimiento público a su labor. ‘Hay que acordarse de él y de otros que han entregado su vida generosamente a los ourensanos y que no deben quedar en el olvido’, señaló. Argumentó que representó ‘la medicina más auténtica -la relación directa entre médico y enfermo-. Sus únicos recursos fueron el conocimiento y la experiencia, así como un sentido práctico al establecer la prioridad asistencial y conocer sus limitaciones -no dudaba en remitirnos a sus pacientes-’ El jefe de Servicio de Pediatría, José Luis García, define a Luis Gallego como ‘un trabajador incansable de la medicina, de gran valía profesional -tenía un ojo clínico excepcional-, que vio a muchos niños de Ourense’. Por eso cree que no caerá en el olvido.


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