Supresión de líneas de autobús y pago de actividades, primeros recortes

La dispersión dispara el coste de los servicios

La dispersión poblacional que presenta la provincia, con una única ciudad, tres grandes villas, otras cinco medianas y centenares de pueblos en más de 80 concellos rurales de los 92 en que se articula el término provincial, encarece el coste de los servicios públicos y empeora su calidad. A esta problemática se une también el envejecimiento poblacional de la provincia, cuya pirámide poblacional se ha invertido en los últimos años.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), dos de cada tres ourensanos superan los 65 años de edad, lo que acarrea mayores necesidades de servicios sanitarios, sociales y de dependencia. Su supresión causaría graves transtornos para un rural cada vez más castigado.

Los concellos más pequeños y con menor capacidad financiera sortean estas disfunciones, cada vez más acusadas, a través de las subvenciones o de la prestación de servicios de otras administraciones, como la Diputación provincial o la Xunta.

La recogida de basuras, el transporte público o los controles de calidad de aguas son algunos de los servicios municipales subvencionados, pero que corren el riesgo de dejar de serlo debido a la austeridad que impone la crisis económica.

La supresión de líneas de autobús o taxi subvencionados, como las Pereiro de Aguiar-Ourense o entre la capitalidad de Maceda y sus núcleos de población, así como la reducción de su frecuencia en otras comarcas, son algunos de los primeros recortes provocados por un cóctel explosivo formado por la mezcla de despoblación rural y la asfixia de las siempre raquíticas arcas públicas.

Muchos concellos han comenzado ya a cobrar pequeñas cantidades por actividades deportivas, musicales o extraescolares, que antes eran gratuitas.

Los presupuestos para las fiestas tampoco son ya lo que eran. Estos son sólo algunos de los primeros recortes, que podrían intensificarse si no se fija población en el rural. 'Hai que eliminar as trabas urbanísticas e dar máis facilidades fiscais ás empresas para que a xuventude non marche', apunta el alcalde de Muíños, Plácido Álvarez.

En este mismo sentido, el alcalde de Vilar de Santos, Xoán Jardón, aboga por 'orientar máis investimentos á creación de solo industrial a baixo custe para xerar emprego no rural e fixar poboación'.

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