La Confederación Hidrográfica Miño-Sil analiza las muestras para saber si son contaminantes

Enésimo vertido tóxico en las aguas del Barbaña

Los vertidos en el cauce del río Barbaña son ya una constante que motivan la repulsa de muchos ciudadanos.
La última alerta la dio ayer un particular a las 10,49 horas de la mañana, cuando a su paso por las riberas del Barbaña, a la altura de la calle del Regato dos Muiños en Ourense, observó la presencia de espuma blanca y decidió alertar al servicio de Emerxencias de Galicia 112, según confirmaron fuentes de la Policía Local. Tras el aviso, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil envió a dos guardias fluviales que tomaron las correspondientes fotos y muestras del agua para su análisis, cuyos resultados se conocerán a finales de semana, según informaron desde la propia Confederación. El pasado sábado, día 28 de julio, se había producido un vertido similar.

El alcalde del Concello de San Cibrao das Viñas, el 'popular' Manuel Pedro Fernández, dijo desconocer la alerta sobre este nuevo vertido, pero insistió en que este tipo de espumas en pequeñas cantidades 'alarman mucho', pero no tienen la toxicidad suficiente para ser detectada, por lo que no pueden ser controlados.

Muy crítica se mostró sin embargo la portavoz del PSOE de San Cibrao, Bibiana Iglesias, quien denunció la 'ineptitud' del equipo de gobierno por la falta de medidas ante lo que consideró 'graves' delitos medioambientales que 'por desgracia se repiten sistemáticamente desde el año 2004'. Asimismo, se mostró preocupada por la repercusión que puedan tener los expedientes de multas, que llegan hasta los 700.000 euros, en los ciudadanos en caso de que el Concello tenga que hacer frente a alguna sanción, que de momento tiene recurridas.

En la misma línea, se pronunció el portavoz municipal del BNG, Miguel Ángel Álvarez, quien criticó que el equipo de gobierno gaste miles de euros de dinero público en un sistema de control de aguas 'ineficaz y que no vale absolutamente para nada' e instó a las fuerzas de seguridad a controlar y vigilar a quienes cometen los vertidos.

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