Construcción en Ourense | “Falta relevo en todo oficio”

Ante la escasez de materiales y mano de obra, rematar las obras en plazo se complica. El delegado del Colegio de Arquitectos en Ourense, Rafael Castro, explica que “falta relevo en todos los oficios” del sector, por ejemplo, en la carpintería. La gran esperanza es que el nuevo centro de FP permita cubrir las plazas vacantes, ya que, valora Castro, “la mano de obra de otros países puede ayudar en un momento concreto, pero debemos resolver este problema de manera interna, cuando además hay millones de parados”. Si bien descarta un parón general de la construcción, Castro advierte de que hay ya un “retraso generalizado” de las obras. Desde el estudio Mol Arquitectura, explican que se encarecieron todos los materiales, especialmente la madera: “La gente paga lo que sea. El metro cúbico de madera pasó de 400 euros a 1.200 y seguirá subiendo, y es casi inviable encontrar el aislamiento de viruta”. La escasez aumenta también los plazos de entrega, por lo que “pasamos de esperar por los materiales 15 días a tres meses”. Señalan, además, la rotura de stocks en los derivados de la sílice, como la silicona que se emplea para las ventanas. Por lo tanto, abogan por fabricar materias primas en Galicia para garantizar el abastecimiento, cuando “se compran los camiones ya saliendo de fábrica, es una auténtica subasta”. El arquitecto Pablo Falcón concuerda en que “es un problema que sufrimos todos los profesionales del sector y que no tiene solución a corto plazo”. Alberte Pérez, también arquitecto, explica que “non controlas os prezos finais das obras. De feito, os orzamentos que eran válidos a un ano vista, agora teñen unha validez dunha semana, porque é o tempo que resisten estables os prezos. Hai especulación con materias primas coma o aceiro e a madeira”. De hecho, ahora comienza la construcción de una vivienda diseñada por él, y hace meses que adquirió la madera para estabilizar el coste. Jaime Añel acumula más de 30 años en el sector, a través de la empresa que regenta, Añel y Yánez Obras y Servicios, y en ese tiempo nunca vio una oferta de mano de obra tan baja como ahora. Afirma que “si un joven quiere trabajar, hay empleo disponible para él y para todos sus amigos”. El puesto que más le cuesta cubrir es el de encofrador, mientras que otros, como electricista o fontanero, “alguno se va encontrando”. Según su criterio, la escasez de mano de obra se debe a varios factores, como la fama de “explotador” que tiene el sector, algo que considera injustificado, ya que aunque sea un trabajo físico, argumenta, se respetan todos los derechos laborales y la exigencia del puesto disminuye a medida que se adquiere experiencia. También apunta a que muchos jóvenes prefieren buscar alguna subvención pública en lugar de trabajar, una situación de la que culpa a la formación y educación que reciben, ya que no incentivan el esfuerzo ni el sacrificio. El confinamiento provocó un auge en las reformas de viviendas usadas La pandemia cambió los habitos sociales en muchos aspectos, y uno de ellos fue la importancia que se le otorga a las viviendas, muy revalorizadas tras pasar incontables horas entre cuatro paredes. Ramón Fernández, gerente de la inmobiliaria Centro, considera que “hubo mucha gente que cuando estuvo confinada vio las carencias que tenía su casa”, y agrega que el mayor uso que se hizo de los inmuebles provocó un alto desgaste de los mismos. También apunta a un auge de la compra de casas, aunque este punto lo matiza Román Gómez, gerente de la compañía Obras y Servicios Gómez Crespo. “A venta só se ve nas vivendas de segunda man, ou nova pero barata, aquelo que sobe de 200.000 euros costa moito xa vendelo”, aseguró, y agregó que detrás de esta situación se esconde la desaparición “da cultura do aforro”, ya que la gente ahora “vai moi xusta” y tiene dificil juntar el monto necesario para acometer la adquisición de un inmueble. La demanda resiste, según su criterio, en las ubicaciones más privilegiadas, donde siempre aparecen inversores interesados. “Hai persoas que queren comprar no centro de Ourense, e non lles importa pagar 400.000 ou 500.000 euros, porque dispoñen do diñeiro e teñen claro onde queren invertir”, agregó el responsable de la empresa.