En la ciudad, el edil de Seguridad Ciudadana descarta prohibirlo: "No pretendemos suprimirlo, sí controlarlo"
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó la visita a Ourense para condenar, de nuevo, “a práctica ilegal do botellón” e insistir en que “a cuestión é que cada administración pública no ámbito das súas competencias, cumpla as leis”. En este sentido, a las preguntas sobre sugerencias de la Xunta para combatir el botellón, recordó que “a proposta é cumprir a lei e os botellóns son ilegais, xa o era antes de pandemia. A Lei de Saúde actual volve facer incidencia na ilegalidade do consumo masivo de alcohol nas rúas e tamén a lexislanción do Estado que se dictou durante a pandemia. É unha actividade ilegal e de máximo risco”.
Sobre las competencias de control de botellón, apuntó que “normalmente se é necesario por parte dunha cidade se é necesario pedir reforzos a Policía Nacional teñen dereito a pedilos, pero é evidente que entre a Policía Local e a Nacional teñen que garantir o cumprimento das leis autonómicas e estatais. Estamos ante unha práctica de saúde de alto risco, hai que protexer a saúde dos mozos, que iso se traduce nun contaxio como o que ocorreu a Mallorca e co que lamentablemente dimos a volta a Europa. “Estamos absolutamente convencidos de que o ocio nocturno é moito máis seguro que o botellón nas rúas. O botellón é unha aposta polo contaxio”.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, apuntó sobre la “posibilidad” de dar marcha atrás al ocio nocturno que “si la incidencia aumenta, se ve afectado como otras actividades”.
El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pidió un “esfuerzo especial” de cara al fin de semana para que “los buenos resultados de la pandemia” no se “echen a perder” y que “no haya que dar pasos atrás indeseados derivados del aumento de contagios” que se está constatando, especialmente, “entre la gente más joven”. Tras incidir en la necesidad de que los jóvenes cumplan las medidas de seguridad, recordó que la pandemia aún no ha terminado: “La gente joven tiene derecho a su ocio, pero cumpliendo la normativa”.
Rueda dejó claro que los botellones “están prohibidos” y que los jóvenes que participen en ellos se podrán enfrentar a sanciones de entre 200 y 300 euros. Es la tercera causa más frecuente de las más de 12.000 denuncias que la Xunta tramita en el marco del convenio firmado con 184 concellos.
El botellón, al pleno
Mientras, el pleno municipal de la ciudad debatió ayer una moción de Ciudadanos para exigir la supresión del botellón, con el apoyo de todos a la supresión, salvo el BNG, que no cree que sea la vía, y con un concejal de Seguridad Ciudadana, Telmo Ucha, que no lo ve conveniente: “El proyecto de Ciudadanos es suprimir el botellón y nosotros no lo pretendemos suprimir, pero sí controlar y que afecte lo menos posible”.
