La Audiencia acogerá el 26 de septiembre un juicio por abusos sexuales en el que la representante del ministerio fiscal reclama una pena de ocho años de cárcel para Eloy V.M., un vecino de Os Chaos (Arnoia). En el escrito de acusación, tiene especialmente en cuenta que la víctima es una mujer incapacitada mediante sentencia judicial y no tiene capacidades intelectivas ni volitivas para consentir los actos sexuales. Esta circunstancia -sostiene la fiscal- 'era conocida y fue aprovechada por el acusado, prevaliéndose de ello para conseguir así que la mujer satisfaciera sus instintos sexuales más mendaces'.
Los hechos que llegan a juicio el próximo mes ocurrieron el 16 de noviembre del año 2010, entre las 08,00 y las 10,00 horas. Según la denuncia interpuesta en su día por la familia, el inculpado invitó a su casa a la perjudicada. Con ánimo libidinoso, según recoge la representante del ministerio público, la condujo a su habitación. En ese escenario, tal como sostiene la acusación pública, le realizó tocamientos y le llegó a introducir un objeto de goma en la vagina.
El 24 de noviembre los hechos volvieron a repetirse, tal como confirmaría la víctima a la fuerzas de seguridad. La mujer acudió voluntariamente al domicilio del inculpado y la invitó a que se denudada. Según la fiscal, en esa ocasión la penetró en dos ocasiones (una de ellas con los dedos).
Además de la pena de cárcel, la acusación pretende que se le condene a un alejamiento con respecto a la víctima de 20 años, estableciendo una distancia de seguridad de 300 metros, así como de comunicarse con ella de cualquier modo.
En cuanto a las responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a su convecina con 6.000 euros por los daños morales ocasionados, así como abonar al Sergas los 340 euros que costó atender a la víctima.
El 24 de noviembre los hechos volvieron a repetirse, tal como confirmaría la víctima a la fuerzas de seguridad. La mujer acudió voluntariamente al domicilio del inculpado y la invitó a que se denudada. Según la fiscal, en esa ocasión la penetró en dos ocasiones (una de ellas con los dedos).
Además de la pena de cárcel, la acusación pretende que se le condene a un alejamiento con respecto a la víctima de 20 años, estableciendo una distancia de seguridad de 300 metros, así como de comunicarse con ella de cualquier modo.
En cuanto a las responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a su convecina con 6.000 euros por los daños morales ocasionados, así como abonar al Sergas los 340 euros que costó atender a la víctima.
