El número de fallos judiciales condenatorios por delitos relacionados con los incendios forestales ascendió a tres el pasado año en la provincia, según fuentes judiciales consultadas.
Un número muy inferior a la cifra de diligencias penales tramitadas que anualmente superada las 200. En los tres juicios, la vista oral se celebró mediante un jurado popular y, en todos ellos, se impusieron penas a los acusados que oscilan entre los 18 meses y los tres años de prisión. En dos de ellos, por otra parte, la defensa se adhirió a la petición de pena que reclamaba el Ministerio Público para el acusado, evidenciando así los encausados su participación activa a la hora de provocar el fuego.
A tenor de los tres casos mencionados, los fiscales de Ourense detectaron, además, que la cifra de sentencias condenatorias dolosas registradas el pasado año, es decir, en las que el plenario probó que hubo una intencionalidad manifiesta, fue mayor que la de las condenas por incendios imprudentes (quemas incontroladas).
Se trata de una tendencia que contrasta con la de años anteriores, en los que se constataba un mayor número de delitos calificados por incendios imprudentes (con escrito de acusación formalizado): cuatro en 2009 y 11 en 2008, frente a un único delito no imprudente en el primer año y seis en el segundo.
Según los datos que maneja la Administración autonómica, el pasado año se produjeron 1.420 incendios forestales que calcinaron un total de 8.963 hectáreas: 837 fueron de arbolado y 8.126 de monte raso. Un año antes, la cifra de incendios registrados fue ligeramente mayor, situándose en los 1.734 fuegos forestales declarados. Entonces, se calcinaron 6.554 hectáreas en total.
Fuentes de la Fiscalía apuntan que en los últimos años se tiende a un menor número de fuegos, no sólo debido al mayor control, sino a que la climatología favorece que haya menos, sobre todo en el periodo de 2008 y 2009.
A tenor de los tres casos mencionados, los fiscales de Ourense detectaron, además, que la cifra de sentencias condenatorias dolosas registradas el pasado año, es decir, en las que el plenario probó que hubo una intencionalidad manifiesta, fue mayor que la de las condenas por incendios imprudentes (quemas incontroladas).
Se trata de una tendencia que contrasta con la de años anteriores, en los que se constataba un mayor número de delitos calificados por incendios imprudentes (con escrito de acusación formalizado): cuatro en 2009 y 11 en 2008, frente a un único delito no imprudente en el primer año y seis en el segundo.
Según los datos que maneja la Administración autonómica, el pasado año se produjeron 1.420 incendios forestales que calcinaron un total de 8.963 hectáreas: 837 fueron de arbolado y 8.126 de monte raso. Un año antes, la cifra de incendios registrados fue ligeramente mayor, situándose en los 1.734 fuegos forestales declarados. Entonces, se calcinaron 6.554 hectáreas en total.
Fuentes de la Fiscalía apuntan que en los últimos años se tiende a un menor número de fuegos, no sólo debido al mayor control, sino a que la climatología favorece que haya menos, sobre todo en el periodo de 2008 y 2009.
