El fuego forestal declarado a última hora del viernes entre los montes de Santana y Outeiro, en As Chás (Oímbra), pudo quedar ayer controlado a las 16,55 horas tras devastar 224 hectáreas, después de comprometer varias casas e, incluso, amenazar con llegar a las instalaciones deportivas del municipio así como a su Casa Consistorial, según confirmó el regidor del ayuntamiento, Alfonso Villarino.
El incendio, que llegó a tener por el viento que azotaba en la zona un frente de dos kilómetros al poco de iniciarse, al filo de las ocho de la tarde, movilizó a un amplio operativo contraincendios del que formaron parte los bomberos de Verín, así como cuatro técnicos, seis agentes forestales, 19 brigadas, nueve motobombas, cinco helicópteros y cuatro aviones.
También participaron en las tareas de extinción decenas de vecinos del municipio que pasaron parte de la noche en vilo ante el temor de que las llamas pudiesen llegar a afectar a las viviendas emplazadas más cerca del incendio.
Precisamente, el fuego se acercó a la parte baja de ambos montes, en la zona próxima a un núcleo habitado, donde hay pinos y robles, lo que obligó a los vecinos a volcarse en el control del incendio, pudiendo contener el avance del fuego hacia las casas alrededor de las dos de la pasada madrugada.
El viento que azotó la zona y el humo generado por las llamas dificultaron las tareas para lograr controlar el avance del incendio, después de que los medios de extinción aéreos se vieran obligados a suspender su actividad en la zona al caer la noche, momento en el que acudieron al lugar distintos efectivos de los bomberos de Verín.
EL FUEGO CRUZÓ UNA CARRETERA
El fuego forestal llegó, asimismo, a cruzar una carretera que discurre por las proximidades del monte de Santana, y según sostuvo el propio Villarino, a adquirir una dimensión 'muy considerable'.
Por último, las llamas generaron un intenso humo que se extendió por gran parte de este término municipal, generando la alarma y el malestar entre los residentes del ayuntamiento.
También participaron en las tareas de extinción decenas de vecinos del municipio que pasaron parte de la noche en vilo ante el temor de que las llamas pudiesen llegar a afectar a las viviendas emplazadas más cerca del incendio.
Precisamente, el fuego se acercó a la parte baja de ambos montes, en la zona próxima a un núcleo habitado, donde hay pinos y robles, lo que obligó a los vecinos a volcarse en el control del incendio, pudiendo contener el avance del fuego hacia las casas alrededor de las dos de la pasada madrugada.
El viento que azotó la zona y el humo generado por las llamas dificultaron las tareas para lograr controlar el avance del incendio, después de que los medios de extinción aéreos se vieran obligados a suspender su actividad en la zona al caer la noche, momento en el que acudieron al lugar distintos efectivos de los bomberos de Verín.
EL FUEGO CRUZÓ UNA CARRETERA
El fuego forestal llegó, asimismo, a cruzar una carretera que discurre por las proximidades del monte de Santana, y según sostuvo el propio Villarino, a adquirir una dimensión 'muy considerable'.
Por último, las llamas generaron un intenso humo que se extendió por gran parte de este término municipal, generando la alarma y el malestar entre los residentes del ayuntamiento.
